"Quisiera ordenar un juguete" era la frase clave para que, inmediatamente, Shantia Dennis, una empleada de un Mac Donald's de Pittsburgh, Estados Unidos, le vendiera una cajita feliz que incluía una bolsa de heroína.
Según difundió la CNN, un agente que venía trabajando en el caso, se hizo pasar por un adicto y logró que Dennis le vendiera la "cajita feliz" con sorpresa especial.
De esa manera, desbarató una red de narcotráfico que se valía de ese inusual método para distribuir la droga.
Quienes querían ingresar al círculo local de consumidores debían acercarse en automóvil al Mc Donald's en el que trabajaba Dennis y cuando la operadora les preguntaba qué querían pedir, debían responder "Quisiera ordenar un juguete".
Entonces recibían una "cajita feliz", como las que habitualmente piden los niños, pero que en vez de un juego o un muñeco traía en su interior una o varias bolsas con heroína. Durante el operativo, los oficiales recuperaron unas 60 bolsitas de esa droga y una cantidad menor de marihuana.
Dennis fue formalmente acusada de los delitos de posesión de estupefaciente, uso criminal de una instalación de comunicación y venta de sustancias ilegales.
Los responsables de McDonald's prefirieron no hacer comentarios ante la prensa.