Es tiempo de lenguados y muchos aficionados que van a ir a la costa atlántica querrán dar con esta magnífica especie en la albufera de Mar Chiquita, sitio emblemático para pescar lenguados.
El pescador debe aprovechar al máximo los momentos más rendidores para esta pesca, que son los que van de la máxima hacia la bajante, y también en el parate de agua hacia las dos primeras horas del repunte. Es importante llevar carnada fresca, que debe ser indefectiblemente de pejerrey entero de 12 cm, o también usar filetes del mismo en una sola pieza o cortado en dos tiras de 2x6 para los que usan anzuelos en tándem.
En cuanto a los aparejos, éstos pueden ser de línea simple de fondo, con una brazolada larga pendiendo de un esmerillón a 50 centímetros de la plomada. A dicha brazolada le pondremos en el medio una boya aceitunada o doble cono chica, que eleve la carnada, y a la que haremos jugar entre nudos corredizos y perlitas, para subirla o bajarla según convenga. El remate de la brazolada es en un anzuelo triple que irá en la mitad del pejerrey y un anzuelo simple tensor que se hace correr sobre nudos corredizos en la misma brazolada del triple, y que irá fijado en la cabeza del pejerrey. Esto logra una acabada y natural presentación del pejerrey.
Pero durante este relevamiento hecho por nuestro amigo Paco García (cuyos informes siempre nutren nuestro Pique al Día), funcionó muy bien también la línea de dos brazoladas, variante que hay que tener en cuenta. Las líneas dobles tienen una brazolada superior que no lleva boya y es más corta (unos 60 cm) y en cuanto a la que lleva boya (la de abajo) puede andar en 1,10 metros.
La caña para lenguado debe ser de 2 tramos, de 3 a 3,20 mts preferentemente teniendo en cuenta el largo de la brazolada que usamos (aunque en mi caso personal he usado cañas de bait de 2,40 perfectamente). En cuanto a la resistencia, se recomiendan las de 15 a 35 libras, que se agradecerán cuando el lenguado del otro lado del sedal pase de 8 kilos hacia arriba pues necesitamos tener buena clavada además de resistencia. En cuanto al reel, un rotativo tipo 5500 o uno de perfil bajo con capacidad de 150 metros de nailon o multi del 0,20 mm andará de maravillas. Si usamos nailon, que sea del 0,35 de buena calidad.
Un punto clave es llevar un muy buen surtido de plomadas de 30 a 80 gramos, tanto en gramaje como en formatos. Porque en momentos de poca correntada bastará usar un plomo de 35 a 50 gramos, en formato almeja o perita, pero cuando se mueve más vamos a aumentar los pesos para trabajar la línea con plomos de 60 a 70 gramos.
Es el inicio de la temporada y con seguridad el lenguado de la boca es un pescado que viene del mar, en tanto el de Celpa, aguas arriba, es ya un lenguado adaptado a vivir en aguas salobres. El pejerrey es la carnada emblemática para esta pesca, que se hace en los veriles, por eso siempre cuando hay una media marea se marca más el veril y uno puede descubrir un poco más la zona. Un elemento central es el palo de vida, que nos permite ir testeando el terreno para no caernos en el veril. Tras hacer el cruce de la boca, conviene apostarse pasando la zona del cruce unos 300 metros hacia el Norte. Armamos equipos y empezamos los lances. La técnica correcta de testeo del ámbito es ir haciendo tiros sondeando el lugar, en abanico, cambiando los ángulos de tiro y distancia. Poco a poco fueron llegando los piques, que se dan en dos tiempos: una parada o un brusco tirón.. y lo dejamos engullir, para después clavar. Así las cosas, fueron sumándose una tras otra las capturas, llegando a cinco entre Paco García y su hijo Ezequiel, a quienes les agradecemos este relevamiento. Vaya y disfrute.