Con la camiseta de su país tuvo grandes momentos. En el Mundial de Italia
le convirtió un tanto a Brasil con tan solo 21 años. No serviría de mucho, porque fue el descuento en una derrota 2 a 1, pero al menos sería su carta de presentación en copas del mundo.
Ya para USA '94, la selección sueca llegó mejor armada, con nombres como Thomas Ravelli, Joachim Björklund, Martin Dahlin, Henrik Larsson y Kennet Andersson. En ese equipo Brolin fue pieza fundamental del ataque, llevando a los suyos hasta las semifinales y dejando algunas perlitas, como
un gol de pizarrón puro a Rumania.
Durante esa primera mitad de los 90's, el delantero escandinavo exprimió al mango su talento y también triunfó en el
Parma italiano, donde ganaría cuatro títulos, incluído el de la Copa UEFA.
El segundo lustro de la década, sin embargo, fue un martirio para Brolin. Baldoseó en el
Leeds United inglés, probó suerte en el
Zürich de Suiza y retornó al
Parma, donde no tendría cabida.
Entre 1997 y 1998, ya bastante fuera de estado, actuó nuevamente en el
Leeds United y en el
Crystal Palace. Incluso la publicación
The Times lo incluyó entre los 50 peores jugadores de la historia de la liga inglesa.
Con tan solo 29 años y muy excedido de peso, Tomas Brolin volvió a su país para retirarse en el equipo de su ciudad natal, el
Hudiksvalls ABK...¡jugando de arquero!
¿Qué hizo desde entonces? Se dedicó a vivir la buena vida. Puso un restaurante, participó de un videoclip, concurre asiduamente a fiestas de celebridades y se mantiene en actividad jugando al póker, donde al parecer también es un crack.