Después de amenazar repetidamente abandonar el mundo del espectáculo, Baldwin se encontró de pronto con muchos premios por su actuación y se dio cuenta de la antigua imagen que le ayudó con muchas apariciones como titular del “Saturday Night Live” (NBC, 1975-) y lo transformo en un valioso comediante. Por años, el mostró su inclinación cómica que pocos actores poseen. Entre sus apariciones en “Saturday Night Live” con enorme éxito imitó al Presidente Donald Trump y el reverenciado rol del ejecutivo Jack Donaghy en “30 Rock”, roles que varios comediantes de importancia no se animaron a pelearle. El estreno de “The Boss Baby”, película de dibujos animados , en la que Baldwin presta su voz para el personaje principal fue una buena ocasión para entrevistarlo. Nos encontramos en una sala del Four Seasons Hotel en Beverly Hills.
l Usted fue el “boss” (NdelaR: el jefe, pero también el caudillo, dictador o cacique político) en la serie “30 rock” ( NBC 2006- 2013) y ahora usted con su personificación del presidente Donald Trump se ha transformado en un éxito fenomenal, el más visto en todo los Estados Unidos. ¿Cuál es su relación con los dictadores o caciques?
-Me cuesta recordar el haber interpretado ese tipo de rol, parte reservada al actor Lee J. Cobb de los tipos autoritarios. Actores como Tom Hanks o Tom Cruise y otros fueron tremendamente exitosos, jamás quisieron hacer roles de valores negativos. Ellos querían hacer roles de héroes o de personajes que gustaban al público. Mis amigos me preguntan cuál hubiera sido mi rol favorito, y les conteste el de Boo Radley en “To Kill a Mockingbird” o sea algo lejos de interpretar a un dictador.
l Usted aparece en los carteles de publicidad como si fuera Donald Trump cuando era un bebé... (risas).
-No voy a discutir con usted sobre eso. (risas). Hay algunas similitudes, especialmente por la falta de felicidad en esta película. (risas).
l ¿Puede imaginar a Donald Trump cuando era un bebé?
-Es posible que fuera un bebé infeliz, o todo lo contrario que haya sido muy feliz. Algo de eso paso con Rosebud en “Citizen Kane” (1941) (risas).
l ¿Siente usted que el humor puede ser una forma de resistencia?
-Otra gente me lo dice todo el tiempo y me agradecen por mi resistencia y yo no lo veo así. Puedo ver lo que otra gente hace y no me molesta. Lo que hago yo es entretener a la gente. Es puro entretenimiento. Hubo gente que vino a verme después de la elección y me hicieron en parte responsable del triunfo de Trump. Pensé que me estaban bromeando y me dijeron que yo lo había humanizado y lo hice más apreciable a la gente. No estoy de acuerdo con eso. Mi meta fue hacer que el público se riera y ellos me lo agradecieron.
l ¿Cuáles son sus planes para la próxima temporada?
-No creo que seguiré imitando a Trump por mucho más tiempo. Estoy ahora escribiendo junto con el novelista Kurt Anderson una parodia sobre Trump. Si las cosas continúan sobre esa línea que están ahora es literalmente que encontré un lugar que esta más allá de la sátira.
l ¿Qué lugar?
-Nos encontraremos que no lo quiero comparar con el Holocausto, ya que con el Holocausto está más allá de la sátira. Pienso que la administración Trump y su elección bajo ningún concepto puede ser comparables. Pienso que puede ir más allá de la parodia y la sátira. La gente está comenzando a preocuparse sobre qué puede pasar.
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