Anamá Ferreira fue a presenciar un desfile al que había sido invitada, pero al llegar le prohibieron su ingreso y la ex modelo brasileña se manifestó muy ofendida por lo ocurrido, denunciando en sus redes sociales “acoso policial”.
“Así funciona los policías de seguridad para sacarme de un desfile, serán denunciados por maltrato, acoso”, escribió Anamá al publicar un video del mal momento que tuvo que vivir.
Luego se explayó un poco más y decidió publicar un comunicado: “Esta es mi declaración, un papelón. Estando invitada por el diseñador sufrí acoso policial”.
“Mi nombre estaba en la lista, me lo mostraron. Y sin embargo me dijeron que no podía pasar por indicaciones ‘desde arriba’”, se quejó la ex modelo, quien culpó a una mujer de haberla dejado afuera, aunque no quiso revelar su identidad.
“Si ella todavía sigue enojada conmigo por lo que pasó hace muchos años, de lo cual yo en su momento le pedí disculpas en persona y reconocí mi error, es un tema personal y estoy dispuesta a juntarme a tomar un café y resolverlo. Pero mezclar lo personal con lo profesional, no corresponde y no es maduro de su parte”, se quejó Anamá.
“Si esta ‘organizadora de desfiles’ no sabe respetar los deseos de los diseñadores que presentan su colección e invitan a quienes quieren, mezclando problemas suyos personales con los diseñadores que no tienen nada que ver, es una falta de respeto absoluta”, concluyó.
La Joaqui fue acusada de quedarse con dinero de fanáticos que habían comprado sus entradas para verla en shows que nunca se hicieron. A raíz de esta situación, la cantante y jurado de Got Talent decidió publicar un comunicado en sus redes sociales para aclarar lo ocurrido.
“Ante los sorprendentes rumores acerca de una denuncia por estafa en mi contra, por un supuesto incumplimiento contractual con relación a un show que no pude realizar por indicación médica (lo que fue de público conocimiento), avisé públicamente por qué no iba a hacer ni cerrar fechas por ese periodo”, comenzó a aclarar La Joaqui.
“Mi salud no les importó y vendieron y compraron shows míos como si yo fuese un objeto de otro. Ignorando mis aclaraciones. Les encanta hacer leña del árbol caído. Lo necesitan para existir”, se quejó.
“Hago saber que yo no realizo las contrataciones, ni recibo los pagos. Invito al supuesto ‘estafado’ a publicar el contrato y con quien lo firmó, razón por la cual nada tengo que ver con la presunta denuncia que maliciosamente está circulando y que sólo tiende a dañar mi imagen”, siguió.
“Alguien que les avise a estos mamarrachos, que son el claro ejemplo de una persona que no acepta un no por respuesta, ya que todos los que están subidos al barco de esta actitud maliciosa, son personas que me invitaron previamente a sus actividades, programas, y les dije que no, que ya vienen inventando e hiriéndome como si fuera un objeto de su autoría al cual pueden hacer y deshacer cuando no tienen de qué hablar, o cuando necesitan movimiento. Si quieren marketing paguen publicidad”, continuó.
“Los invito a reflexionar con cómo alimentan el amarillismo, consta con que una persona hable, me invente parejas, me invente sucesos inexistentes, para que una masividad de gente lo avale sin cuestionarse de dónde proviene (que claramente ya sé quién es el progenitor de este chisme, pero no le voy a dar el gusto). No es el primer evento de mentiras que me genera una violencia masiva recibida y no me gusta alimentar estas cosas, pero ya estoy zarpada que nos usen de blanco mediático para tener más visibilidad. Violencia es mentir, no nuestra música. Te apuñalan y actúan como si fueran ellos los que sangran. Todo tiene un límite”, concluyó.