Antes de ser detenida, Morena Rial recomendó un casino online

Según trascendió, la joven fue detenida a las 3:30 de este miércoles por personal policial de la Superintendencia de Seguridad Región AMBA Norte I, junto con efectivos de distintas delegaciones de la Policía de San Isidro, en el hotel Marriot del centro porteño, en la calle Carlos Pellegrini a metros de Lavalle.

Morena Rial fue trasladada a la Comuna 1B de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en el caso interviene fiscal Patricio Ferrari UFI Martínez.

El robo fue denunciado por un hombre que indicó que habían ingresado a su vivienda de la calle José María Moreno al 2000, violentando una ventana para sustraer varias de sus pertenencias, tras lo cual las cámaras determinaron la identidad de los autores.

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El pasado 23 de enero, la hija de Jorge Rial había sido aprehendida en la localidad bonaerense de Martínez junto a su bebé de tres meses y un grupo de amigos, que fueron grabados mientras bajaban la térmica de una vivienda con la supuesta intención de asaltarla por la noche.

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La última foto que publicó More Rial en Instagran

Previo a ser apresada por la Policía, la influencer posteó una foto de ella con un conjunto rosa y un link que advierte “+18 y con moderación”. El sitio redirige a un número de Whats App para pedir más información sobre los casinos online que ella misma publicita.

En noviembre del año pasado, fuentes judiciales informaron que Morena Rial había sido imputada por presunta infracción al artículo 301 bis del Código Penal, que sanciona la explotación y promoción de juegos de azar sin autorización.

La acusación se debe a que los casinos online que ella promocionaba no contaban con la autorización legal correspondiente.

Morena promovía -y seguiría haciéndolo-, a través de sus historias de Instagram, un supuesto casino online. Al acceder al enlace, los usuarios eran redirigidos a un chat de WhatsApp en el que podían solicitar directamente en qué deporte, categoría o evento apostar.

Aunque el juego online se popularizó en Argentina, este tipo de apuestas, al no contar con la autorización de las autoridades competentes, constituye un delito que puede ser penado con hasta seis años de cárcel, tanto para los operadores como para quienes lo publiciten.