Arnaldo André confesó que fue acosado sexualmente durante 4 años

El actor lo hizo por escrito, nada más y nada menos que en su autobiografía “Por lo que Usted y Yo Sabemos”, en la que dedicó un capítulo a este difícil episodio en su vida, que tituló “Una fan peligrosa”.

“No fue un romance ni mucho menos, jamás nos besamos. Ella me persiguió, me acosó... Se metió con mi familia, se me aparecía de sorpresa, me hacía desplantes en la vía pública. Terminé encerrado, temeroso de verla. Jamás había dado a conocer esta historia, pero es momento de sacarla a la luz”, escribió el galán paraguayo.

Todo comenzó por una carta que esta mujer en cuestión le escribió a André, y que lo emocionó. “Un día recibí una carta de una señora que me hablaba de su soledad. Me dejó un teléfono para que la llamara la noche del 24 de diciembre. Me conmovió. Pasadas las doce de la noche, y después de saludar a mi familia, llamé”, cuenta.

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Según Arnaldo, esta fan comenzó a obsesionarse con él tras ese llamado, y lo instaba a encontrarse cara a cara en todo momento. Ante las negativas de él, que rápidamente se dio cuenta que había cometido un error al contactarla, ella empezó a perseguirlo. “Me escribía cartas en las que, por ejemplo, me decía: 'Te vi en Mar del Plata cuando te asomaste al balcón con tu pijama celeste'”, relató.

Finalmente, y con intenciones de ponerle punto final a esa “locura”, André accedió a tomar un té con la admiradora, para descubrir que debía tener unos 60 años, cuando él en ese momento tenía 34. Pero lejos de aplacarla, el encuentro la incentivó aún más. “Se me aparecía sin avisar. Me seguía a todas partes en un Fiat 600 celeste”, señala.

Para colmo, no encontraba ayuda en la Policía, sino todo lo contrario. “Iba a la comisaría y los policías se reían en lugar de tomarme las denuncias. 'La tenés regalada', me decían”, recuerda.

Finalmente, todo terminó cuando el actor se fue a vivir a Venezuela por temas laborales. “Fueron cuatro años en los que me sentí perseguido, acosado. ¿Paranoico? No lo sé. Hasta mi familia estuvo involucrada. Sentía que podía pasar cualquier cosa, como cuando recibí en mi casa un ramo de rosas rojas y una cruz”, concluye.