Y al final llegó “el séptimo día”. El jueves por la noche se presentó por primera vez el espectáculo homenaje a Soda Stereo que le dedicó la prestigiosa compañía Cirque du Soleil.
En un Luna Park repleto y por momentos con clima de show de Soda, el Cirque du Soleil aprobó con creces el objetivo del espectáculo. Es que esta versión de los canadienses no es una de las tradicionales exhibiciones circenses que año tras año sorprenden al mundo, esta es un homenaje a la banda más importante del rock Latinoamericano. El show comienza en el campo, sí, con el público que durante gran parte del espectáculo es protagonista junto a los acróbatas. Una jaula encierra a un joven que en sus auriculares repasa música de la banda y que logra liberarse elevándose al cielo mientras la voz de Cerati le pone el clima cantando “En el séptimo día”.
Ya desde ese momento el espíritu de Soda se apoderó del Luna y ese es, sin dudas, el gran mérito de Michel Laprise, el director del espectáculo, ya que supo interpretar el sentimiento de los fans de la banda y además recrear lo que fueron aquellos años 80 y 90 donde Soda se hizo inmortal.
Para aquellos que siguen al Cirque du Soleil desde hace años, no encontrarán en este show más de que tres o cuatro momentos de acrobacias extremas aunque por lo que son los números quedarán más que satisfechos. Sobre todo con los acróbatas de elevación que tienen un par de números que dejaron boquiabiertos a los espectadores. Sobre todo el del final cuando “De música ligera” anuncia el cierre y todos los protagonistas del Cirque saltan y giran en el aire de manera sorprendente. Pero el espectáculo es de excepción en lo musical. El trabajo de exploración que hicieron Charly Alberti, Zeta Bosio y Adrián Taverna en el baúl de los recuerdos de Soda dio sus frutos.
Hay versiones nuevas de viejos clásicos y los temas suenan no solo con la calidad que siempre tuvo la banda, sino que parecen haber sido grabados hace apenas unos meses. Luna Roja, Sobredosis de TV, Planta, Signos, Cuando pase el temblor, Zoom, La Ciudad de la furia, Prófugos, Primavera Cero, son algunos de los clásicos que la gente disfrutó y que fueron acompañados por cuadros de diferentes estilos como cuando sonó Hombre al agua y un violero lo protagonizó dentro de un estanque de agua y acompañado por una sirena.
La imagen de los Soda se reproduce varias veces durante el show y un acierto fue poner en un par de oportunidades la voz de Cerati. El momento en el que Gustavo le pide a la gente que encienda sus celulares fue uno de esos y el más emocionante fue sin dudas cuando todo el campo se sentó alrededor de varios fogones y junto con los artistas cantaron “Te para tres”.
En una de las plateas estaban juntos Charly y Zeta que compartieron el show con el círculo íntimo de Cerati. Sus hijos, Benito y Lisa, su madre, Lilian Clark, y su hermana, Laura, quien siempre estuvo al lado del músico en sus largos años en coma. La gente los ovacionó antes, durante y después del show. Un espectáculo que cerró con los acordes de De música ligera y que hizo recordar a aquella noche en River cuando la banda decidió volver.
El saludo final de Zeta y Charly emocionados fue el punto final de una noche que quedará marcada como un nuevo regreso de Soda. Porque más allá de la estética y el talento del Cirque, anoche fue el show de Soda Stereo. Charly y Zeta lo disfrutaron en vivo y Gustavo, sin dudas, lo siguió desde el cielo. Gracias, totales...
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