En el comienzo del episodio,
Victoria (Carina Zampini) quedó como rehén de Lorenzo (Segundo Cernadas) que la usó de escudo para salir de la fábrica Bandi.
La policía sale tras Lorenzo, pero
no son las armas las que logran detenerlo, sino las palabras de Marcos y la unión del barrio, el mismo barrio que él intentó destruir. Marcos le habla a lo más profundo de su corazón. Lorenzo ve a
Flor (Micaela Vazquez), a
Angie (Sol Estevanez) que lo vino a buscar, a su hijo y quebrado
baja el arma y libera a Victoria. La policía finalmente lo puede arrestar.
Mientras tanto,
Julián (Juan Darthés) cierra su historia con
Natacha (Calu Rivero) y elige el amor de
Gisela (Florencia Ortiz).
Gaby (Laura Novoa) en un gesto noble le da el dato de que
Gisela se está yendo, y Julián debe correr para detenerla y pedirle que se quede con él.
Luego de un tiempo
Victoria Bandi ya no es la dueña, sino la presidenta de la cooperativa que junto con todos los trabajadores lograron levantar y posicionar otra vez.
Marcos aprovecha el momento para pedirle matrimonio por segunda vez, y ella acepta feliz casarse con el hombre que la enamoró dos veces en la vida.
Julián y Gisela finalmente ven llegar ese hijo que tanto anhelaron, y Gaby, cerca de Nano (Franco Pucci), se transforma en una buena amiga de su ex.
Elena (María Valenzuela) trabaja con
Emilio (Jorge Sassi) en una fundación de ayuda social que tiene como sede la mansión, mientras pasa sus días en el barrio con
Pepe (Arturo Bonín), viviendo aquella vida que debió ser.
Lucas (Nicolás Riera) y Brenda (Rocío Igarzabal) han dejado que el tiempo pase y sane las heridas, de a poco se han ido acercando y quizás ahora puedan empezar de nuevo,
porque en el fondo el amor que los une nunca desapareció.
El barrio está de fiesta y el amor florece para todos, también para Isabel (Georgina Barbarossa) y Somoza (Claudo Santorelli), Ale (Fernanda Callejón) y el Terco (Hernán Estevanez), Máquina (Esteban Prol) y Coni (Gabriela Sari), Bruno (Nico Zuviría) y Maite, Flor, que está por conocer a su nuevo galán, y Emilio que finalmente recibe la visita de su amado Cris, dispuesto a jugarse por él.
Y en las sombras, el amor también renace: mientras Lorenzo cumple su condena Ángeles no se separa de él.
Con el tiempo
Marcos y Julián pueden volver a las carreras y darse el gusto de ganar y Victoria preside la cooperativa número 1 en el mercado de los dulces.
Marcos y Victoria, arman una familia hermosa, coronada por
dos hijos, una dulce nena y un pícaro varón y todos pueden vivir felices por un largo tiempo.