Andrea Rincón se ejercitaba por las calles de la Ciudad de Buenos Aires cuando, de pronto, se topó con algo que llamó su atención: un pasacalle. Pero era mucho más que eso. Era un gesto. Un piropo. Una muestra y una propuesta de amor.
“Andrea, mi amor: te pido una oportunidad. Creo en la vida, en la noche, en tu alma y no creo en todo lo demás”, rezaba el cartel que le dedicó un enamorado secreto, y al que Andrea cayó rendida.
“Cuando quieras, donde quieras”, le respondió Rincón a su admirador anónimo, y acompañó su mensaje con una gran sonrisa y un gesto de corazón.
¿Quién será el enamorado secreto de Andrea? ¿Se concretará finalmente la cita?
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