De todos los productos de la “factoría turca” que se abrió hace algunos años con Las Mil y Una Noches, El Sultán es seguramente uno de los más fastuosos, con una producción millonaria que recreó la escenografía y los vestuarios propios del siglo XVI de manera sublime.
Pero sin duda, el verdadero gancho para los televidentes fue la presencia de Halit Ergenç, el protagonista de Las Mil y Una Noches, que acá se puso en el papel del protagonista, uno de los monarcas más poderosos del temido Imperio Otomano, el sultán Solimán el Magnífico.
Por lo demás, pocas cosas explican el éxito de esta producción que sufre de un fanatismo desesperado por parte de los directores de la cámara lenta. Cada episodio duraría la mitad si le quitaran las cámaras lentas. Hay luchas de espadas que están filmadas en cámara lenta
Pero, en fin, el público de este tipo de novelas no suele advertir estos detalles y se dejan llevar por las acciones de los personajes, y en eso, los guionistas la pegaron al encarar la historia desde el punto de vista de la esclava Aleksandra Anastazja Lisowska –más conocida como Hürrem o Roxelana-, que llega al harén y enamora al protagonista de manera rotunda, y se transforma en su influente esposa, al punto de que su hijo –que no es el primogénito- fue declarado como heredero del trono.
De esta manera, y a lo largo de 264 estiradísimos episodios (en realidad son 139 pero aquí utilizaron el viejo recurso de recortarlos para explotar su éxito) y esos programas especiales conducidos por el “Chino” Leunis que adelantaban algunos hechos del argumento, llegó el final, que coincide con el inicio de 100 Días Para Enamorarse.
De esta manera, en el episodio se pudo ver al sultán, viejo y enfermo, transitando el final de su existencia, en medio de los conflictos y luchas internas entre sus hijos.
En este marco, el príncipe Selim, el hijo de Hürrem, hereda el trono del palacio de Topkapi, aunque jamás lograría mantener el esplendor que alcanzó bajo la administración de su padre, al que no por nada apodaban “el magnífico”.
El rating no dejó de acompañar al personaje ni aún en la muerte: marcó 11,7 puntos de promedio y fue lo tercero más visto del día, debajo de 100 Días Para Enamorarse (16) y la debutante Todo por mi Hija (13,1).
Al parecer, las nuevas autoridades de Telefe entendieron el negocio de seguir comprando estas latas orientales para mantener caliente las franjas en las que el rating comienza a abandonarlos.
Son tiempos difíciles, qué se le va a hacer.
Si te lo perdiste, el último episodio de la novela se puede ver en la página de Telefe.
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