En apenas una década, Marvel se ha encargado de cambiar el negocio del cine. Tiempo atrás, las producciones con superhéroes eran algo marginal dentro de la industria. Por ejemplo, M. Night Shyamalan padeció que la mismísima Disney –hoy, dueña de la Casa de las Ideas- se negara a promocionar a El Protegido (Unbreakable, 2000) como una cinta sobre cómics porque eso solo atraía a los freaks que "iban a convenciones".
El gran cambio se dio a partir de Iron Man (2008), un film que convocó al público masivamente a pesar de no tener en el póster a un héroe tan popular como Batman, Superman o Spider-Man. Y, ahora, este apoyo de los espectadores a este universo fantástico se podría trasladar a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas que acaba de anunciar las siete nominaciones de Black Panther (2018).
¿Lo más destacado? Además de sus candidaturas en rubros como música, vestuario y producción, el Rey de Wakanda se podría convertir en el primer título de esta suerte de "subgénero" en obtener el Oscar a Mejor Película.
Inevitablemente, este anuncio invita a preguntar: ¿se trata de la mejor producción de superhéroes hasta la fecha? La mayoría de los críticos y los espectadores no consideran a la realización de Ryan Coogler como una obra maestra. Incluso, cualquier ranking la ubica debajo de otros títulos como Batman - El Caballero de la Noche (The Dark Knight, 2008) o Capitán América: El Soldado de Invierno (Captain America: The Winter Soldier, 2014).
Sin embargo, este hit marvelita tiene muchas de las cosas que buscan quienes votan antes de la ceremonia. No solo nos referimos a sus cuestiones técnicas como su maravillosa imaginería visual o la excelencia de las actuaciones sino a temáticas que no suelen ponerse sobre el tapete en este tipo de películas como el racismo, la diferencia de clases y la necesidad de un pueblo de construir su identidad. En ese sentido, Black Panther tiene todo para ganar.