Existen modelos y modelos. Y mientras algunas reniegan de haber alcanzado la fama gracias a haber exhibido gran parte de su piel al descubierto, otras como María Fernanda Callejón se muestran orgullosas de su pasado.
De hecho, en una entrevista reciente, la actriz recordó su pasado de vedette y reconoció que gracias a las seis veces que apareció en la portada de la edición local de la revista Playboy pudo comprar su primera casa.
"Para mí nunca existieron los géneros menores y ser vedette fue mi primer papel. Fue una gran puerta, aprendí el oficio y me di el gusto de trabajar con los grandes. Esas tapas me ayudaron a comprarme mi primera casa. Ahora me dan ternura, las conservo en mi casa como una reliquia", contó con la frente bien alta.
A cinco años de su última aparición en la revista del conejito gracias al apogeo que recuperó en su participación en el Bailando por un Sueño 2008, la Callejón confiesa que todavía recibe elogios por haber posado en al menos cuatro oportunidades (dos de las tapas son recopilados de las producciones anteriores) como Dios la trajo al mundo.
"Todo el mundo, hasta el día de hoy, me habla de esas tapas. No puedo creer lo que pasa, se van pasando de generación en generación. La última la hice a los 42 y les prometí a las mujeres de mi edad que no me iba a poner más en bolas", comentó la artista que pegó su salto a la fama como partenaire de Jorge Guinsburg y Horacio Fontova en el recordado ciclo Peor es Nada.