Este lunes, Telefe estrenó el primer episodio de "Educando a Nina", la nueva comedia con la que planea disputarle el prime time a El Trece, que en estos momentos todavía busca confirmar con qué equipo va a salir a la cancha.
De momento, la arrolladora máquina del canal de las pelotas se parece a la delantera de cualquier equipo europeo, ya que está compuesta principalmente por jugadores de nivel internacional como "Moisés y los 10 Mandamientos" o "¿Qué culpa tiene Fatmagul?" que alcanzan un buen nivel contra "Los Ricos no Piden Permiso" y los ciclos de entretenimiento que van con anterioridad.
Sin embargo, Telefé no tiene suerte desde hace unos años con las tiras de manufactura nacional. Desde "Graduados" que Underground o Endemol no logran ganarle a la competencia de manera contundente, aunque sí resistieron con lo que pudieron. Un clásico ejemplo es "La Leona", que ya fue grabada el año pasado (lo que la dejó sin posibilidades de pegar volantazos en la trama) y que fue siendo "desplazada" en su horario hasta quedar marginada al borde de la medianoche aunque con un número respetable que hereda de la novela de Moisés.
Por eso, en medio de este "terror" a fracasar, llega "Educando a Nina", la nueva tira de la productora Underground –propiedad de Sebastián Ortega- que apuesta a la comedia de enredos y que cuenta con el protagónico de Griselda Siciliani y Esteban Lamothe, una pareja televisiva que ya se puso a prueba con éxito en la tira " Farsantes" hace un par de años.
El gran atractivo de la tira es que, al estilo de los mejores exponentes de este género, Siciliani se anima a interpretar dos papeles bien distintos: por un lado la adinerada y despreciable Mara Brunetta, y por el otro a su hermana gemela separada al nacer Nina Peralta, que se dedica a bailar en los shows de un conocido ídolo bailantero.
Lo bueno del primer episodios es que no se dedica mucho tiempo a presentar a los personajes sino que va directo al grano y despierta interés por ver cómo continuará: Mara es atrapada en un aeropuerto español en posesión de estupefacientes y su padre, un acaudalado editor, debe recurrir a buscar a una doble para suplantarla y evitar así un escándalo de proporciones cósmicas.
Ahí es donde hace su entrada Nina, a la que descubren a partir de un video grabado en un altercado y a la que piensan "educar" para que suplante a Mara cuanto tiempo haga falta.
Para esto, Nina deberá cambiar su fisonomía y entablar una relación con Antonio el escritor estrella de la editorial de su padre (Rafael Ferro) aunque terminará enamorándose de su hermano Renzo (Lamothe), que acaba de despertar de un coma que duró cuatro años.
Con todos estos sucesos en un solo episodio, no hace falta pedirle acción a esta comedia pero sí a eso se le agregan personajes variopintos como "El Bicho" (Nicolás Furtado), un cantante bailantero regenteado por su madre Mecha (Verónica Llinás) - ambos muy inspirados en el cantante cordobés Rodrigo-, el socio de Patricio (Diego Ramos) y sobre todo Palomo ("Turco" Naim) que aporta humor con sus bien contados chistes.
Seguramente con el correr de los episodios se develen nuevos modismos y actitudes de los personajes, sobre todo porque hasta el momento no han aparecido más que un puñado de ellos, pero en esta ocasión nos ocupamos de este episodio piloto que funciona casi a la perfección salvo por un detalle: el lenguaje.
Si bien el programa comienza a las 21.30, la utilización de frases sarcásticas, ironías varias y hasta motes despectivos ("lechona de mar", para referirse a una persona obesa que de todas maneras se asume en esa condición) puede jugarle en contra a la hora de dejar a un niño ver algunas agresiones verbales que, aún dichas en broma, luego marcan comportamientos y frases que terminan usándose en otro sentido en la vida real.
Corrigiendo este detalle, "Educando a Nina" tiene todo para convertirse en un éxito para toda la familia. Por lo pronto, parece que así será ya que la tira obtuvo un pico de 23 puntos que terminó cayendo a 19,1 al momento de la competencia con "Los Ricos", que marcó 12,3.
Calificación: muy buena