En el año 2000, el cineasta británico Terry Gilliam comenzó a preparar una versión fílmica de “Don Quijote” y le ofreció a Jean Rochefort, el rol principal, hecho perfectamente a su medida.
Como Johnny Depp como Sancho Panza, el director de Brazil y 12 Monos se dispuso a conseguir la financiación sin saber que ese iba a ser el menor de sus problemas.
Poco después, una hernia discal obligó a Jean Rochefort a someterse a una operación, pero el rodaje sufrió además otros problemas y la película nunca vio la luz.
El poco metraje que llegó a filmar Gilliams fue reciclado en el documental Lost in La Mancha (Perdido en La Mancha) de Keith Fulton y Louis Pepe, que paradójicamente resultó un éxito gracias a todas las desgracias que sufrió el director.
“Un sueño roto... Un golpe muy duro. Me había implicado enormemente en este cometido y un pequeño nervio de varios milímetros no estuvo de acuerdo”, dijo Rochefort hace varios años.
“Soy un Don Quijote de la realidad, no estoy hecho para un Don Quijote de ficción (…). He cometido actos cervantescos en mi existencia. Muchos. Pero no había cámara” para filmarlos, agregó.
Gilliam retomó finalmente su proyecto, sin el actor francés. Tras 17 años, el rodaje en España y Portugal finalizó en junio pasado con Jonathan Pryce en el papel protagónico.