"El rock los cría y ellos se juntan" es el lema de la nueva tira de Telefé, "Viudas e Hijos del Rock&Roll", la producción de Sebastián Ortega, considerada como una especie de continuación de Graduados (2012), que estrena esta noche a las 21. Pese a las comparaciones, inevitables, las semejanzas y las diferencias apuntan a un producto honesto y con un elenco de lujo con un humor desopilante.
Uno de los puntos de conexión más fuertes entre ambas producciones es la vuelta al pasado con una impronta muy nostálgica a partir de la música. Según Ortega en Viudas... "la música es visce- ral para la identificación con los personajes y con las situaciones".
La radio Z Rock, símbolo de casi tres décadas atrás, se convierte en el punto de encuentro de los personajes en el presente. Para ello, Ortega convocó a uno de los referentes de la radio, Lalo Mir. Cualquier semejanza con los recuerdos de radio Bangkok no es pura casualidad. "Me acuerdo que Lalo vino a la reunión muy asustado y nos sor- prendió por su costado actoral".
El personaje de Lalo, Roby, es el padre de la protagonista Miranda (Paola Barrientos), un hombre mujeriego que no tiene miramientos sobre quién lleva a la cama, como la mejor amiga de su hija, Sandra (Julieta Ortega). "Debo confesar que yo no quería actuar. La actuación no es mi profesión y eso lo tengo bastante claro. Por suerte me muero en el primer capítulo. ¿Cómo Ortega y Pablo Cullel me convencieron? Porque me dijeron: ¿si no lo hacés vos, quién lo va a hacer? Me llevaron por ahí, son unos tramposos".
Lalo aceptó la propuesta porque su participación es mínima en la actuación (graba dos veces por semana), pero el nombre de Roby está muy presente en la ficción pese a su ausencia: "La historia está anclada en el hoy. Pese a mi muerte se quiere seguir con el patrón conceptual y moral del ideal del rock empresario y libertario. Yo viví y fui parte de lo que generó Daniel Grinbank con la Rock&PoP en los 80. Roby era un ícono de esa cosa romántica del rock. Con Grinbank veníamos de la radio rock, posdictadura y desenfreno cultural".
Paola Barrientos que llega con su primer protagónico y fue también del riñón de Graduados (interpretó a la mejor amiga de Nancy Dupláa) reconoce abiertamente que Viudas..."profundiza varias líneas que surgieron en Graduados. Por ejemplo, la radio en Graduados era un espacio muy chico y amateur de Vero (Julieta Ortega) y en Viudas, la radio es central. La vuelta al pasado es constante en Graduados y en Viudas también se mantiene, pero con la música como un hecho fundante y no tanto por cómo vestíamos antes. Yo siento que en Viudas... estos recursos se profundizan".
El galán de la historia Damián de Santo, en cambio, se encarga de marcar más la diferencia con Graduados: "Nada que ver una ficción con otra. Lo úni- co en común es la música de una gene- ración. Ojalá que se produzca el mismo milagro de juntar a padres e hijos. Cuando se iba libremente a la playa (Viudas... arranca con las escenas en Villa Gesell, balneario de la adolescencia) y no tenías que pedirle a nadie que te cuidara las cosas cuando ibas al mar. Lugar de muchas promesas, como la de nuestros personajes Miranda y Diego y amores intensos. Después no te veías hasta el otro verano. Ahora eso ya ni sucede".
Para De Santo lo más rescatable de la ficción es la gran apuesta que se hace al amor: "Cambiaron y mucho los vín- culos si comparamos hace 40 años atrás. Ya no se cree mucho en el amor. Y en las grandes ciudades ya se perdió eso de perseguir lo que uno quiere y ojalá se pueda recuperar esa sensación. Yo tengo dos sobrinos varones, de 18 y 20 años y veo que están en cualquier cosa que no sea nada de compromiso. Justamente en esto para mí está el buen sabor de las cosas".
En cuanto a los actores protagónicos de esta comedia romántica, De San- to citó un comentario que recibió de Julieta Ortega: "Mi hermano que es tan estético en un montón de cosas, ¡cómo creció!, ¡cómo llegó a esto!". Barrientos-De Santo no responden a los cáno- nes de la televisión. Ninguno es rubio y de ojos celestes ni tampoco se destacan por cuerpos perfectos y deseados.
"Ortega se banca estos dos personajes que están excedidos de peso (en re- ferencia a él mismo y a su amigo, Fernán Mirás, compañero de travesías de la ficción). Yo no tengo problemas en mostrarme en bolas. Esos rockeros no se sienten con 2 o 3 kilos demás. Los dos somos ágiles, nos metemos al agua y nos sentimos bien pendex...Y esto hace que uno baje a tierra y que el espec- tador se identifique de manera más ge- nuina", cuenta De Santo.
Tanto De Santo como Miranda no sienten el peso del protagónico. "Yo siento que cada uno tiene su responsa- bilidad y, además, yo me siento muy respaldado por el producto en general. Creo que los elencos corales funcionan muy bien en este tipo de propuesta te- levisiva. Ahora sería distinto para un culebrón porque se necesita la belleza de la heroína y del héroe. Viudas... es otra cosa porque se trata de actores que están en un mismo nivel y por la cual la responsabilidad es la mismo".
Para Barrientos el protagónico no lo vive como un gran desafío en su carrera artística: "Es un trabajo. A mí me divierte y me hace feliz actuar. Decir desafío suena como algo costoso y que tiene que ver con la voluntad y no es mi caso".
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