El power trío Divididos lanzó el videoclip de “San Saltarín”, singular homenaje a la historia del cine y canción adelanto del próximo disco de la banda. Este nuevo trabajo discográfico cuenta con 13 canciones inéditas, pero aún no tiene fecha de salida.
El video está protagonizado por Esteban Bigliardi y Pilar Gamboa y fue dirigido por Nahuel Lerena, conocido por su trabajo con "Cajita Musical", otra canción del grupo, en 2002.
"San Saltarín" fue grabado a principios de año en la sala de Divididos y en estudio La Calandria. La mezcla estuvo a cargo de Facundo Rodríguez y lo masterizó Neil Pickles en Londres.
Tras largo tiempo sin lanzamientos de este tipo, Divididos se encuentra celebrando 35 años de trayectoria con una gira de grandes conciertos por Argentina, Uruguay, Chile y España.
En nuestro país, por ejemplo, ya no quedan entradas para lo que será su presentación del 13 de mayo en Vélez Sarsfield, a casi 30 años del concierto que realizaron en ese mismo estadio en el marco de la presentación La era de la boludez (1993).
El martes 25 de abril, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella dieron una nota al programa Perros de la calle desde el Teatro Flores.
Más allá de repasar la historia de Divididos, el momento que causó más repercusión en las redes sociales fue cuando Mollo recordó la muerte de Luca Prodan, el 22 de diciembre de 1987.
“Fue fuertísimo, fue desgarrador. Llegué antes que la policía, y creo que fue una de las cosas más dolorosas que me pasaron. No pude decirle al cuerpo ‘quedate tranquilo’”, señaló el guitarrista y cantante.
Y agregó: “Llegamos con Timmy McKern (el manager de la banda y amigo personal de Luca desde la secundaria en Inglaterra) a la casa y estaba sin vida. Yo lo levanté, estaba la mitad del cuerpo en el colchón y la otra mitad en el suelo. Dormía en el piso de un colchón. Entonces, lo levanté, ya frío, el cuerpo duro y lo acomodé arriba del colchón”.
“O sea, antes que la policía...”, repitió Andy. “Sí, sí, llegamos antes que todos”, explicó Mollo. “Y estaba tan frío que le apoyé mis manos en el pecho para calentarlo. Fue muy fuerte, muy fuerte, el muñeco, ¿no? Lo que había quedado de él porque ese tipo ya no estaba ahí, no estaba”.