Uno de los actores más carismáticos de Hollywood estrena una nueva película. En una charla íntima habla de su pasión por el medio ambiente, sus tácticas de enamoramientos y la obsesión por el trabajo
Desde que emergió con una gran actuación como el hijo adoptivo abusado en "Mi vida como hijo" (1993), la crítica vaticinó que el actor Leonardo DiCaprio se convertiría en un gran astro, opinión compartida por el publico que vio ese film. DiCaprio cumplió esa expectativa, pero nada comparable a lo que le pasó luego de "Titanic".
Con un largo camino recorrido, hoy la vida lo encuentra en su último estreno: "El Gran Gatsby" y en una charla con Diario Popular no deja detalle sin analizar.
-Diario Popular: En la vida real usted y Tobey Maguire (otro de los protagonistas) son muy amigos: ¿Fue fácil actuar con un amigo? ¿Fue difícil ser dirigido por otro amigo como Baz Luhrmann?
- Leonardo DiCaprio: Bueno, la verdad es que meterse en una novela de este calibre que es conocida en todo el mundo, significa un enorme riesgo. Por eso no lo hubiera hecho a menos de haber tenido dos aliados increíbles, uno fue Baz a quien lo conozco desde que yo tenía 18 años y a Tobey con quien crecimos juntos desde los 12 años. Fue una increíble experiencia. -DP: Cuando se lee la novela, da la impresión que Gatsby era una persona solitaria, miserable, mezquina, pero en la forma que usted lo interpreto, lo mostró con ciertos aspectos positivos y de humor cuando el vuelve empapado por la lluvia. ¿Quiso hacerlo un poco mas liviano?
-LD: Irónicamente, intente darle un sesgo mas oscuro a Gatsby (risas). No, pero pienso que la increíble soledad y tragedia como represente a un Gatsby adulto, nunca lo entendí de joven. Siempre pensé de él que era un romántico sin esperanzas, algo así como la tradicional historia de amor que se lee en la escuela secundaria, pero que después cuando la lee de adulto, es una tragedia.
-DP: ¿Porqué va tan seguido al festival de Cannes?
-LD: Me encanta Cannes. Cuando estoy allá me siento como en La Dolce Vita. Toda la ciudad se transforma en una gigantesca alfombra roja. Siempre estoy ansioso por llegar. Siempre hay gente muy extraña (risas), pero no por eso es menos divertida.
-DP: Usted, como actor profesional, ¿estaría dispuesto a aumentar 15 kilos para representar a un personaje?
-LD: Seguro que sí. Casi lo hice para "J. Edgar" (2011), pero tenían que mostrarme como joven y se iba a filmar en un mes y medio. Pensé hacer lo que hizo Robert De Niro en "Racing Bull" y aumentar de peso y volver a adelgazar, pero ellos dijeron que no lo podía hacer y esa fue la razón por la que usé un traje gordo.
-DP:¿Cómo se relaja usted?
-LD: En realidad odio relajarme. Le digo la verdad. Hice tres películas una detrás de la otra. He trabajado sin descanso durante dos años. Tiempo sin trabajar para mí, es el taller del demonio. Me gustar enfocarme en algo. Si no hay un proyecto ahora, me dedico hasta que aparezca la próxima película, y empleo muchas de mis horas, a estudiar el medio ambiente. Estoy ahora organizando el evento mas grande que jamás se haya hecho para recaudar fondos. Vamos a hacer un remate. Lo haremos con 33 artistas contemporáneos y todo el dinero será donado a la conservación, a proteger el sistema de arrecifes de coral y a las selvas de todo el mundo.
-DP: ¿Cómo lo van hacer?
-LD: Hemos entrevistado a 33 artistas diferentes que afortunadamente, contribuyeron con sus trabajos y los vamos a rematar. Es algo que va a crear un gran capital, ya que solo el 2% de la filantropía va al medio ambiente.
-DP: ¿Y qué hace mientras tanto?
-Hago lo mismo que cualquier otra persona normal hace, o sea: leo libros, voy al cine, viajo. No soy un gran cocinero. (risas)
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