La actriz Dolores Fonzi regresó a las tablas con la obra Entonces la Noche, en el teatro La Plaza, junto a Cecilia Roth, Guillermo Arengo y Ezequiel Díaz, con dramaturgia y dirección Martín Flores Cárdenas, un reconocido artista del circuito alternativo y más allá de su vasto recorrido en cine reconoce que, salir al teatro es su “gran plan”.
Cuatro personajes con vidas tomadas por la nocturnidad desgranan algunos momentos de sus días desde esa mirada intensa de Flores Cárdenas, donde la presencia de los músicos Fernando Tur y Julián Rodríguez Rona sobre el escenario dan cuenta de esa sonoridad particular que signa la dinámica sus puestas.
El director y autor, estuvo al frente de la exquisita “Entonces bailemos” estrenada en 2013 en el Camarín de las Musas y que se repuso hasta el año pasado con eterno éxito de crítica y público, un trabajo vinculado de algún modo con esta obra que se representa en la sala Pablo Picasso, con producción general de Pablo Kompel.
Fonzi habló en su camarín del complejo teatral.
-¿Cómo es su personaje?
-Soy una marginal de la noche, una prostituta que viene de alguna provincia a buscarse la vida acá y hace la calle, por eso su relato está centrado en la supervivencia, pero al mismo tiempo es gracioso. La obra sería como una secuela, una segunda parte de “Entonces bailemos” (que vi mil veces) con criaturas noctámbulas, aunque se entiende sin problemas sin haberla visto y también apela a los monólogos.
-¿Quería trabajar con Flores Cárdenas?
-Sí. Vi mil veces “Entonces bailemos” donde también trabajó Echi (Ezequiel Díaz), mi compañero en “Isósceles” junto a Violeta Urtizberea obra de Mariana Chaud de 2012, la última vez que hice teatro. Me encantó su forma de diferente de narración y desde la primera vez que fui, me dieron ganas de estar arriba del escenario y actuarla. Esto se armó uniendo todas las partes, especialmente la de trabajar con amigos y cuando se sumó La Plaza, armamos algo más grande.
-¿Se trata de una propuesta diferente a las habituales en el circuito comercial?
-Sí. Se trata de una obra arriesgada: escapa de la dinámica tradicional, de aquello a lo que ya estamos acostumbrados. Se genera algo relacionado con el pasaje de un director que tiene su origen en el off al teatro comercial, pero él se hace cargo de su procedencia: no se desprende totalmente de ese clima medio misterioso de “Entonces bailemos”, porque este material se integra con la anterior y forma parte de su obra. Se tomó ese riesgo y eso provoca una excitación especial.
-¿Va al teatro?
-Sí. Voy al menos una vez por semana, pero puedo llegar hasta las 3 o 4 obras, siempre en el circuito alternativo. El teatro es mi plan, mi salida. Amé: “Tarascones” de Gonzalo Demaría dirigida por Zorzoli; “Todo lo cercano se aleja” de Laura Paredes; “La madre del desierto” de Nacho Bartolone y el obrón de Tenconi Blanco, “Todo tendría sentido si no existiera la muerte” y varias más que ahora no me acuerdo.
-¿Hará televisión?
-No es que tenga algo en contra de la tele, pero casi no hay ficciones nacionales donde trabajar. De todos modos, no soy de volverme loca emprendiendo muchas cosas a la vez, le doy tiempo al proceso que conlleva cada trabajo. Si hoy me volvieran a proponer hacer la segunda parte de “La Leona” con ese mismo grupo de actores y equipo que compartí en 2016, seguro diría que sí y me haría el espacio.