Donato, un verdadero personaje mediático de la cocina, volvió a la televisión con Los Donato, un docu reality que protagoniza en Utilísima y que lo muestra en su vida cotidiana, ocupándose de su restaurante, del catering y del armado de un nuevo emprendimiento gastronómico.
Se lo puede ver andando en moto por la ciudad, yendo al Barrio Chino a comprar ingredientes, o cocinando en casa para amigos y familiares.
El chef italiano más famoso, que alguna vez cocinó para Versace y Madonna, nos ofrece tres recetas de su amplio repertorio culinario que tienen que ver con la cocina que a él le gusta: la cocina empírica, emotiva, sensorial y con los sabores de antes.
¿Te imaginaste cuando llegaste a la Argentina que ibas a convertirte en un referente de la cocina italiana?
Tenía la confianza, siempre tuve bastante confianza en mí mismo. Tuve mis fracasos también, afortunadamente muy pocos, y eso ayuda para que te puedas levantar más rápido. Me gusta laburar, me gusta hacer las cosas bien y meterme con el hombro, es una receta que aprendí de chiquito y que no puede fallar
¿Hacia dónde apunta la gastronomía hoy en día?
Hoy apunta hacia la diversidad. Creo que se está descubriendo una gran biodiversidad en todo el mundo y que eso se traslada al momento de elegir los ingredientes de cada cocinero. Creo que yo soy uno de los últimos que quedan anclados a la cocina de memoria y de zona. Hoy la cocina tira hacia una exploración de diferentes técnicas, ingredientes y texturas por la gran disponibilidad que hay en el mundo.
¿Hay también una tendencia a rescatar las cocinas regionales?
Sí, también. Quizás hay una contratendencia que se dedica a recuperar, no sólo la receta, sino a la producción. El Slow Food es una organización nacida en Italia que se ocupa de preservar a los productores de productos. La filosofía de Slow Food es: ‘Tomémonos el tiempo, vayamos a buscar ese producto que se produce en cantidades efímeras, alimentemos a los productores comprándoles estos productos para que no desaparezcan’.
¿Qué extrañas de Italia?
Bastante. Hoy no tanto la economía sino el país en sí, la energía que tiene, los colores, la cantidad de productos que tiene. Italia es un país de productos por doquier, de frutos de mar, de envasados, vinos, mieles, o sea, no es lo mismo una almendra de Calabria que de Toscana.
¿Qué creés que le aportaste a la cocina de los argentinos?
Yo creo que la gente se volvió a despertar a los sabores de antes, a los momentos de antes. Yo empecé a hacer una cocina como yo siempre la viví en mi casa, y creo que el aporte es que las cosas estaban buenas antes, entonces por qué no volver a proponerlas. Y la gente se anima, se estimula y se emociona...