Luego de permanecer en silencio tras el escándalo que rápidamente se transformó en tapa de todos los portales deportivos y de espectáculos, Dulko destrozó al padre de sus hijas en una historia de Instagram.
“Ser fiel no es una obligación sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti”, manifestó en su efímero mensaje.
Y si bien días atrás brindó una entrevista, Dulko prefirió abordar temas relacionados con los proyectos que está evaluando por estos días, relacionados al mundo del deporte, y su nueva vida familiar luego de la ruptura.
De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo. Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo. Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.
Me asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo. Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía. Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a que me pidieran ayuda.
Traté siempre que todo fuera perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome). Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran. Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a acariciar la tortuga y apreciar el recorrido.
Aprendí que nada en esta vida es seguro, sólo la muerte..., por eso disfruto el momento y lo que tengo. Aprendí que nadie me pertenece y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mi lo hará saber en cualquier momento y contra quien sea.
Que la verdadera amistad sí existe, pero es difícil encontrarla. Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas. Que ser fiel no es una obligación sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti. Eso es vivir...La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sin sabores. Aprendí a vivir y disfrutar de cada detalle, aprendí de los errores pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide salir adelante, pues, hay errores irremediables.
Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón pero siempre hay alguien dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios. Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre. Y ni te esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te lo esperás. No las busques, ellas te buscan. Lo mejor está por venir.
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