Justin Bieber pasó y dejó un tendal de fans defraudadas, y críticas por doquier por su conducta arriba y fuera del escenario de River Plate. Si bien la versión oficial fue que suspendió su tercer show por una intoxicación severa, lo cierto es que -como mínimo- su conducta en nuestro país fue poco profesional.
Hubo cuentas impagas, destrozos en hoteles, excesos en boliches y en la Creamfields, incumplimiento de compromisos con los fans y demora en el inicio de su show con una repentina cancelación.
Ayer Jorge Rial fue concreto y habló de ingesta de drogas, y de ingentes esfuerzos médicos por recuperar al joven antes del show que no dieron frutos. Rial contó ayer en Intrusos que el artista canadiense provocó "destrozos en el hotel Faena, del cual lo echaron".
Habló Luis Ventura de "destrucción total de la habitación 601", a lo que Jorge Rial agregó el verdadero cuadro de situación del domingo en las horas previas al segundo show en River: "Me contaron que Justin estaba dado vuelta como una media, le dieron suero y alcohol porque algunas sustancias se pueden bajar con alcohol porque estaba pasado de pepa y éxtasis. Mientras pasaba todo eso, Justin vomitó e intentaban reanimarlo".
El ciclo mostró imágenes de las fans que habían pagado 1.500 dólares por tomarse una foto con el ídolo, y que salían a llanto partido, tambaleándose y decepcionadas.
El entorno de Justin no ayudó para que el artista cumpla con los compromisos contraídos. Porque lejos de procurarle un lógico descanso antes de un show potente ante un estadio lleno, lo llevaron a boliches y a la fiesta Creamfields, verdadero raid que refrescó escenas recientes ocurridas en Brasil.
Precisamente este lunes en el programa de Rial estuvo el dueño del boliche INK, El Polaco, quien contó que Justin fue a su local en la madrugada del sábado y dijo: "Primero vino su manager a avisar y pidió chicas. Le dije que acá no se conseguían y volvió a las dos horas a decirme que venían igual. Ellos consumieron por un valor de cinco mil pesos y no pagaron nada. Les pedí una foto al menos, y no aceptaron porque dicen que Justin no puede dejarse ver en boliches. A él lo sacaron con una sábana negra para evitar que se lo fotografíe en estado de ebriedad. Ahí le pedí a un fotógrafo amigo que le sacaran una foto en la vía pública, al menos, y lo agredieron los de seguridad de Justin... corrieron al fotógrafo y lo dejaron solo a él subiendo a la camioneta". Las imágenes de la agresión fueron registradas por el portal Farandulashow.com, donde se ve el video de la agresión, que se salvó porque "pasamos la cámara de mano en mano y luego los custodios de Justin volvieron para hacer como un allanamiento buscándola", señaló el dueño de INK.