"El Rey Tut" llega para descubrir la historia de Tutankamón

Tutankamón, fue el faraón más joven del Antiguo Egipto, cuya fabulosa tumba fue descubierta intacta por Howard Carter en 1922 convirtiéndose en un acontecimiento arqueológico.

 La producción fue dirigida por David Von Ancken (responsable de episodios de series como Cold Case, Hell on Wheels y Californication) , y mostrará la vida de Tutankamón, encarnada por el joven actor canadiense de 23 años Avan Jogia (Victorious y Twisted). Por su parte, Sir Ben Kingsley, el actor británico de 71 años ganador del Oscar como Mejor Actor por la película Ghandi (1982), estará en la piel del gran Visir Ay, tío abuelo y mano derecha de Tutankamón, quien además de haber sido quien  tomó las decisiones por el joven faraón, fue su inmediato sucesor al trono.

Sumado a un experimentado elenco compuesto por actores reconocidos que incluyen a Nonso Anozie (La Biblia) como el General Horemheb; Sibylla Deen (Tyrant) como Ankhe; Kylie Bunbury (Under the Dome) como Suhad, la asombrosa saga que se emitirá en tres días consecutivos (4,5 y 6 de noviembre) a partir del próximo miércoles 4 de noviembre, no sólo mostrará la vida de Tutankamón, sino que desentrañará las mayores intrigas y batallas que asediaron a este inexperto faraón quien se encontró con una muerte temprana y misteriosa.

En una entrevista exclusiva, los actores contaron los pormenores de su trabajo.

 -¿Qué fue lo que más los atrapó de realizar esta miniserie?

Ben Kingsley - Una de las cosas extraordinarias de la civilización egipcia es que estaba absolutamente comprometida con la inmortalidad. Lo que hicieron entre ellos fue crear una sensación de inmortalidad y sin permitir que nada cambie. Y esta miniserie es un proyecto muy tentador para un actor porque tenemos seis horas para contar esa historia. Y además, en la televisión, que creo que ha reemplazado al cine como lugar para contar hechos dramáticos.

Avan Jogia – Como se trata del Imperio Egipcio, no es una temática que se hace muy a menudo. Tiene una de las construcciones más grandes e importantes de toda la historia. Reproducir eso lleva un presupuesto enorme y tuvimos que reconstruir monumentos y grandes escenarios. Fue algo impactante y fue algo único. Hay mucha acción, y en mi caso, es algo que no había hecho antes. Escribir de una manera particular, aprender a hacerlo, batallar con espadas, fue un puñado de nuevos desafíos, pero estaba muy contento de seguir adelante con ellos y la pasé muy bien ya que aprendí bastante rápido. Fue una gran experiencia.

- ¿Cuáles son los desafíos de protagonizar a personajes tan importantes y cuáles son las expectativas?

AJ - Filmar una serie como ésta y usar el traje (o armadura) cuando hace muchísimo calor es agotador. En un día como cualquier otro, vos estás en una casa, sentado, hablando y tomando café. Esto es estar en el desierto y estar cerca de muchos límites. Y creo que esos son los desafíos que tuve que pasar. Además Tutankamon era una persona real, pero también era considerado un Dios entre los hombres. Y una presión es la realidad, o la parte humana de un personaje como éste. No es que estás interpretando a un Dios, sino a una persona real.

BK – En mi caso, en mi decisión a la hora de elegir mis personajes influye ver al hombre en su paisaje histórico con el que tiene que lidiar. Él fue el hombre más poderoso de Egipto, lidiando con un ambiente. Él era profesor, era un hombre muy inteligente. ¿Y cómo él lidia con este ambiente extraordinario? Muy bien. Yo tenía un apetito tremendo por esa persona atrapada en la historia. Ya sea con cualquiera de estos personaje que no existieron en un ambiente poco desafiante, sino que existieron en un entorno con el que tuvieron que lidiar y yo amo eso como actor. La posibilidad de crear a este personaje atrapado en ese tiempo histórico es extraordinaria.

-Y en tu caso Ben, ¿cómo buscarías lograr este personaje tan especial como es Visir Ay?

BK-Como actor buscaría la herida de adentro. Y yo diría que él tiene dos heridas. La primera es que no nació con sangre real, y eso no te permite ascender a los dioses. Porque si fuese real, hubiese ascendido con los dioses. Y la otra espina que tiene es su carne: un hijo que ni siquiera es de su sangre tampoco, un matrimonio descuidado que llevó a que su mujer buscara amor en otro lado. Son cosas con las que tiene que luchar, acompañadas de su ambición de ser la voz más cercana a Tutankamón en la era de los faraones.

-Y para vos Avan, ¿cómo fue trabajar con Ben en este proyecto?

AJ - Fue una alegría. Yo admiro su trabajo y trabajar con un ídolo es aterrador pero también muy gratificante. Él es muy generoso y amable, me ayudó mucho. Es extremadamente profesional y trabajamos muy bien juntos.