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El cuerpo del humorista fue llevado al Cementerio de la Chacarita, donde fue homenajeado por sus seguidores y despedido por última vez.
La muerte de Carlitos Balá a los 97 años consternó a la sociedad argentina por el legado que dejó tras sus participaciones en radio, televisión y teatro.
El humorista fue velado durante el viernes en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña, donde había sido declarado como Personalidad Destacada de la Cultura, y este sábado fue llevado al Cementerio de la Chacarita, donde recibió un homenaje de parte de la Policía Federal Argentina (PFA).
También acompañaron al cortejo sus fanáticos y colectivos de la línea 39.
Por disposición de la familia, sus restos serán cremados.
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En el velatorio en la Legislatura se formaron largas filas de personas para despedirlo, luego de haber compartido con él tantos momentos de felicidad.
También recibió un nuevo reconocimiento de parte de la línea de colectivos 39, ya que allí fueron sus inicios contándole chistes a los pasajeros y armando monólogos para perder la timidez.
La familia tuvo luego un momento de intimidad para despedirlo en una cochería ubicada en la avenida Córdoba al 5000 y desde allí partió el cortejo este sábado hacia el Cementerio de la Chacarita.
Los homenajes dijeron presente desde que se conoció la noticia de su fallecimiento y Chacarita Juniors, el club de sus amores, los recordará de una manera especial en el partido ante Riestra, por la Primera Nacional.
Fue un símbolo del humor que dejó frases y monólogos imborrables en el corazón de generaciones de argentinos, marcando una época y un estilo.
¡Hasta siempre, Carlitos!
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