Se conocieron en un baile y se volvieron cómplices. María Eugenia le marcó el camino y Jésica admiró su buena fortuna. Hoy, en vías opuestas, ambas se enfrentarán en el Bailando.

"Algún día quiero ser como vos y tener todos estos zapatos", le comentó sin sonrojarse, Jésica Cirio a María Eugenia Ritó, en el inicio de una amistad desigual, donde la modelo daba sus primeros pasos y la bailarina la acompañaba en su aprendizaje. La historia que reveló Angel De Brito, no puede ser mejor anticipo para la contienda que ambas mujeres seguramente encarnarán en el próximo Bailando. Esto que suena a leyenda, en verdad, muestra el pasado y el presente de dos de las exponentes más sexies del mundo del espectáculo.

Según reveló Ritó, se conocieron cuando Cirio bailaba en una tarima en la fiesta de un amigo y desde ahí se hicieron cómplices. La escena de la colección de zapatos importados, habría sucedido cuando la ex vedette relegó a un segundo plano su profesión para compartir sus días con el empresario Marcelo Salinas. La buena vida, expuso, De Brito, habría subyugado a la ex conductora de Impacto 9. Las vueltas de la vida, hoy confirman sin embargo lo que los escépticos se niegan a admitir: "no siempre son lo que imaginaban", parafraseando a la canción de Vicentico. Y el caso de Ritó y Cirio, lo confirma con creces. mientras la rubia que se lució desde el Bailando, pelea con sus problemas de adicción en un centro de recuperación, a Jésica su noviazgo con Martín Insaurralde le sienta más que bien. Su reciente mudanza a Puerto Madero lo ratifica, del mismo modo que sus viajes románticos por Europa.

La pista del Showmatch, sin embargo, volverá a reunirlas. Ambas ya pasaron por esta experiencia con resultados disímiles, hecho que hoy las mantiene tensas. A Cirio le otorgaron la libertad de horarios para su participación, a fin de no afectar las obligaciones de su compañero. Ritó parece haberle sacado mejor provecho con ciertos "privilegios". Gastón Tavagnutti es el coach que le tocó en suerte, el mismo que pidió su rival y que Jésica debió resignar para no perder el primer privilegio. Eugenia también eligió bailarín, Juan Pablo Battaglia, pero no está dicha la última palabra. Veremos quien se calza mejor sus zapatos, a la hora de imponer condiciones.