El actor repone la exitosa comedia nuestras mujeres junto a Arturo Puig y Jorge Marrale y espera el estreno en cine de los que aman, odian, donde se reencontro con Luisana Lopilato. Ahora no son padre e hija sino amantes.

Mientras se le ensancha el pecho al ver el desarrollo actoral de sus hijos Johana y Nicolás, Guillermo Francella, disfruta, una vez más del fenómeno teatral de Nuestras Mujeres, la obra repuesta sólo por tres meses que protagoniza junto a Arturo Puig y Jorge Marrale al tiempo que aguarda el estreno de la película Los que Aman, Odian, así como filmar a las órdenes de la dupla de los célebres directores Mariano Cohn y Gastón Duprat.

El hombre que lidera el ranking en un estudio sobre las celebridades más influyentes del país, no cesa de trabajar en todo terreno desde hace más de tres décadas. Y, como pocos, aquello donde elige colocar su expresión, se convierte en éxito. “No sé si puede conceptualizarse ‘el éxito’. Lo que tengo en cuenta antes de iniciar un proyecto es que sus contenidos sean llamativos, que me resulte atractivo de realizar y que perciba que la gente pueda verse identificada. Trato de profundizar en los contenidos y, desde ahí, elijo”, sostiene este artista que se convirtió en ícono y en el elegido indiscutido del público.

Considerado un actor versátil en las variantes de su profesión, Francella, ha podido despojarse del prejuicio que solo lo incluía en el paso de comedia. Pero en lo absoluto reniega del género que tanta popularidad le otorgó. “Se me han dado otros contenidos que amo hacer. Eso no significa que yo me haya despegado. No reniego para nada. Al contrario, amo la comedia más que nadie. Estoy haciendo una comedia extraordinaria en teatro. De modo que no, no me despego de la comicidad. Son circunstancias”, afirma con contundencia.

“Hoy me vienen películas diferentes y lindas con otros contenidos muy interesantes que no son comedias. Ahora dentro de poquito vuelvo a filmar una gran comedia también con Duprat y Cohn con Luis Brandoni, así que muy bien sigo en la comedia”, desliza quien poco a poco, logró combinar su enorme reconocimiento como comediante, algo que durante muchos años lo estigmatizó, con una notable faceta de intérprete de tenor dramático.

“Fue una decisión que en su momento me costó”, confiesa luego quien se perfiló en distintos roles en las nacionales El Secreto de sus Ojos y El Clan y en Rudo y Cursi, de Carlos Cuarón en la que compartió cartel con Gael García Bernal y Diego Luna, que resultó una de las tres películas más vistas de la historia del cine mexicano.

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“Siempre me dediqué al humor y las veces que innové en otros roles fui criticado. Ahora, logré diversificar los proyectos que encaro, los personajes que interpreto. Creo que logré el respeto de mis colegas y la prensa especializada me ha reconocido. Por otro lado, reforcé el cariño del público, que siempre lo tuve y que disfruté muchísimo. Me siento muy bien y pleno con la profesión”, dice en exclusiva, entusiasta ante el debut de su heredera, Yoyi Francella, en la pieza Justo en lo mejor de mi vida.

“Soy un agradecido del afecto que me brinda la gente. A veces sucede que uno no tiene tanto humor como le pasa a cualquiera, o que estás en familia y querés mantener el perfil bajo, y el público te saluda, te pide una foto. Pero nos debemos a ellos y es imposible molestarse por eso”, sostiene quien lidera la taquilla con Nuestras Mujeres, la comedia que narra las profundidades de la amistad, el matrimonio y la eterna búsqueda de la felicidad en la pareja. “Nos fue excelente”, vocifera el mismo que supo lucirse sobre las tablas con El Joven Frankenstein, La Cena de los Tontos y Dos Picaros Sinvergüenzas.

“Ahora que repusimos la obra nos sigue yendo muy bien. Son grandes obras. La gente acompaña las grandes obras. Esa es la explicación para mí”, comenta de la trama por la que se sube a escena junto a Marrale y Puig en el teatro Metropolitan Citi.

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De hija a amante

Con la expectativa puesta en el mes de setiembre cuando el film Los que Aman, Odian, llegue a todas las carteleras de los cines, a Guillermo Francella se lo verá en escenas pasionales con Luisana Lopilato.

Luego de haber sido padre e hija en las largas temporadas de la sit com Casados con Hijos ahora serán amantes. De la película escrita por Alejandro Maci y Esther Feldman basada en la novela policial homónima de Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares, se conoce una jugada secuencia de Lopilato y Francella, a los besos, que provocó un gran alboroto entre sus seguidores, ya que estos no están acostumbrados a verlos como pareja, sino en una relación fraternal padre e hija.

“Habrá que ver la película y entender la trama”, pronuncia Guillermo respecto a Los que aman, odian cuya filmación había comenzado en noviembre pasado, pero se detuvo abruptamente luego de que se le diagnosticara un cáncer en el hígado al hijo mayor de la actriz, Noah Bublé.

“Fue muy movilizante para todos. Interrumpimos cinco meses el rodaje, fue muy duro, y ella sabía de este compromiso, pero por supuesto que nadie podía presionarla. Al contrario, todos tratamos de acompañarla hasta el final, y el final ha sido feliz. Estoy feliz de saber que Noah está bien y de verla feliz a Lu. Está muy madura como actriz y como mujer”, señala sobre el reencuentro con quién fuera su rebelde hija en la ficción de Telefé que aún hoy diez años después, se sigue repitiendo. “No me molesta que se siga pasando. Ya lo he visivo tantas veces que hoy hasta lo descubren nuevas generaciones, de modo que, al contrario, ya me relajo con Casados”, asegura el actor que en un primer momento no estaba muy contento con las repeticiones debido a que podían saturar al público.

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