La gente que concurrió el jueves por la noche a la Plaza Próspero Molina dio muestra de una fidelidad envidiable. A pesar de la lluvia y el horario en el que subió a escena (casi las cinco de la mañana), el público aguantó estoicamente y deliró con el concierto del Chaqueño Palavecino, en la sexta luna del Festival de Cosquín.
Lógicamente, por momentos la gente manifestó su impaciencia y lo pagaron otros artistas. En dos horas Palavecino y sus músicos tocaron casi 30 temas, algo que no hubiera podido ocurrir de haber subido más temprano. Y el show culminó a las ¡siete de la mañana! El fue quien pidió cerrar la jornada ya que se armó un escenario especial para su grupo, que incorporó algunos instrumentos de cuerdas como el violonchelo y la viola. "Ya viví la experiencia de la televisión y la radio, no me importa estar en ese espacio. Eso se lo dejo para los músicos jóvenes", concluyó el Chaqueño.
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