Lo que se acerca no es el invierno, es el final de una de las series más importantes de la historia de la televisión: Game of Thrones. Y ante semejan evento, los productores reconocieron que tenían en mente una idea muy ambiciosa que consistía en desarrollar tres películas de dos horas que cerraran la trama.
Esta revelación surgió a partir de una entrevista que David Benioff y D.B. Weiss le concedieron a EW. Según la publicación, en 2012, ellos se acercaron a HBO con la intención de convertir el futuro desenlace en una megaproducción que llegue a los cines al mejor estilo El Señor de los Anillos (The Lord of the Rings) -la mayor influencia de George R. R. Martin-.
Sin embargo, la compañía decidió priorizar la fidelidad de los suscriptores que siguen el show hace ocho años en vez de apostar a un taquillazo a nivel mundial. Y, tras el éxito de cada temporada, el cierre tendrá el presupuesto superior a los $15 millones de dólares por episodio.
“Terminamos con una historia de fantasía épica con un nivel de familiaridad e implicación en los personajes que es imposible en una película de dos horas”, reflexionó Weiss.
Ya ha quedado lejos esa idea y ambos productores se muestran felices por la confianza que tuvo su tanque televisivo. Ahora, solo quedan seis episodios en Poniente y no tendrán nada que envidiarle a cualquier superproducción que llega a las salas.