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El actor tuvo que prestar declaración tras conducir bajo los efectos del alcohol por el centro de la capital francesa. Al retirarse de la comisaría, se despidió de los policías asegurando que "ya no quiere ser francés".
Gérard Depardieu quedó envuelto en una nueva polémica. El talentoso actor fue detenido mientras circulaba ebrio con su motocicleta por la Avenue du Maine de París. Según informó el diario francés Le Point, cuando fue intervenido por la policía, el nominado al Oscar aceptó someterse al test de alcoholemia porque solo “había bebido agua”, pero la prueba arrojó positivo.
Al llegar a la comisaría parisina en la que le tomarían declaración por haber pasado semáforos en rojo y pisar las líneas blancas del pavimento, Depardieu cambió su versión y aseguró que había tomado dos cervezas. Sin embargo, esta versión también fue descartada rápidamente porque una segunda prueba arrojó 0.40 mg/l de alcohol en sangre. Mucho más que un par de pintas…
Tras tomarle declaración y secuestrar la motocicleta, la Prefectura se negó a comunicarle a la prensa los delitos en los que habría incurrido el actor. Curiosamente, los medios franceses señalan que, al despedirse de la comisaría acompañado de unos amigos, Depardieu dejó una frase muy controversial: “Prefiero a Vladimir Putin, ya no quiero ser francés”.
El actor tiene nacionalidad rusa, concedida por el mismo Putin, y no sería extraño que decida mudarse tras los distintos problemas que atraviesa en su país natal como las acusaciones por agresión sexual o sus repetidos problemas con la bebida.
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