Esta noche es la última gala de Gran Hermano. La primera edición en América del reality más famoso de la televisión mundial llega a su fin y pasada la medianoche se sabrá quién es el ganador de los 300 mil pesos que reparte el juego. Sin dudas ésta no fue una edición más y será recordada como la más escandalosa y polémica de todas.
Hubo sexo explícito, violencia de género, ingresó la policía a llevarse a un participante acusado de estafa, los médicos tuvieron que atender a Francisco cuando se sacó el hombro, varias amenazas de peleas entre los hombres y una última fiesta que generó el último de los escándalos. Es que Marian, la participante más polémica de Gran Hermano, se dedicó durante toda la duración del reality a provocar, ya sea desde su desenfado a la hora de mostrarse con muy poca ropa, a los comentarios que generaron la bronca de sus compañeros.
Pero a veces esos comentarios simpáticos no fueron del todo atinados y los que hizo en la última fiesta de la casa pueden traerle más de un dolor de cabeza. Después de referirse de manera despectiva para con el pueblo boliviano, el consulado de Bolivia decidió presentar una denuncia en su contra en el INADI.
"Cursó una nota al INADI para que se tomen las acciones necesarias. Esta señorita no tiene adecuados criterios para expresarse. Hemos hecho la denuncia correspondiente. En el siglo 21 deberían evitarse estos epítetos y la xenofobia, en todos los niveles, tiene que disminuir", manifestó Ramiro Tapia, cónsul General de Bolivia, en declaraciones televisivas.
Marian salió de la casa la semana pasada pero este último viernes la producción decidió que todos los participantes vuelvan a entrar para participar de la última fiesta juntos. En pleno festejo tuvo una charla con Belén y Marian reveló, con cierta vergüenza injustificada, que su mamá nació en Bolivia. "Nunca lo conté, porque en Argentina juzgan mucho", dijo y aclaró que su madre es de una zona "de gente re bien", que tiene "cero cara de indígena" y que es "muy culta, arquitecta", en oposición a la gran parte del país, que según ella, "no tiene muchos profesionales". Además, hizo mención al color de piel de su familia y dijo que su hermana "es blanca".
Ayer la participante estuvo en el living de Intrusos e intentó hacer una defensa de sus dichos pero la embarró más aún. "No sé qué dije que pudo hacer enojar a alguien. Después voy a ver el tape pero si dije algo pido disculpas. Yo no conté que mi mamá era boliviana porque acá se estigmatiza mucho con eso y podía jugarme en contra", comenzó diciendo. Y agregó: "Cuando me dijeron que mi mamá no parecía boliviana les dije que no tenía el típico corte indígena de los bolivianos, por eso". Por suerte para ella Pallares la paró y ahora habrá que ver cómo sigue la causa por sus dichos más que repudiables.
Marian sigue adelante sin hacerse demasiados problemas por lo que digan afuera y esta noche será una de las que presencie en vivo la gran final del reality. Un programa que a América le permitió afianzarse en el tercer lugar de preferencia en cuanto a audiencia y que ya tiene confirmada su edición 2016 que será tan polémica como ésta...