“Los gringos lo hacen mejor”. Ese es el pensamiento reinante en el público local cuando se estrena una película nacional de género. Cualquier producción que se anime a explorar el terror, la acción, el western, y otros ejercicios de estilo, se enfrenta a esa mentalidad cerrada en gran parte de la audiencia. Y ese no es el único obstáculo, las adversidades aparecen desde su gesta hasta su estreno. Pobres inversiones, nula publicidad, falta de salas u horarios imposibles, todo complota contra la industria local. Incluso, la industria local...
Pese a las hostilidades, una camada de realizadores no da el brazo a torcer. Nic Loreti, Daniel de la Vega, Fabián Forte, Demian Rugna, y Valentín Javier Diment, entre otros, no solo han hecho grandes films también se perfeccionan en cada uno de sus trabajos. Y el resultado es un cine lúcido que se resiste a los lugares comunes, y merece ser reivindicado. Por ese motivo, una fiesta foránea, y que nos es ajena, como lo es Halloween, puede ser una excusa para mirar hacia adentro y recomendar algunos títulos nacionales.
En este listado no se seleccionan las “cinco mejores” -¿quién se atrevería a etiquetar tan groseramente?- sino que intentamos elegir algunos títulos fundaciones, y otros recientes que demuestran el gran momento que viven los cineastas argentinos. Mañana no te cuelgues mirando a Linda Blair vomitando ni a Jamie Lee Curtis escapando de un asesino que camina a paso de hormiga, dale una oportunidad a estas propuestas.
Alguien te está mirando (1988): En su debut, los directores Gustavo Cova y Horacio Maldonado demostraron su conocimiento del horror. Su cámara se mueve como en esos hits que se alquilaban en los ochenta hasta que las cintas se gastaban. Y nos referimos a genialidades como Diabólico (Evil Dead, 1983) y Pesadilla en lo Profundo de la Noche (A Nightmare on Elm Street, 1984). ¿El argumento? Científicos crean una droga con la que varias personas pueden vivir un sueño ajeno. Curiosamente, Línea Mortal (Flatliners, 1990) se transformaría en un hit mundial con un argumento muy similar.
Plaga zombie (1997): Inspirados por el estilo de Amblin y las bizarreadas de Peter Jackson –antes de El Señor de los Anillos, claro-, Pablo Parés y Hernán Sáez lograron lo imposible con ayuda de amigos y familiares: una producción que involucra comesesos, aliens y el FBI. ¡Y solo por 187 pesos! El film marca el nacimiento de Farsa Producciones, una productora que creció e inspiró a muchísimos otros argentinos a incursionar con una cámara de video. A más de 20 años de su estreno, su combinación de humor negro y gore sigue siendo divertida y delirante. De Haedo al mundo.
El eslabón podrido (2015): Javier Diment se inmiscuye en la doble moral y las turbiedades de un pueblo rural. Todo se muestra sin medias tintas: la prostitución, el incesto, el abuso de poder, y la naturalidad con la que conviven los habitantes con estas cuestiones. Su último acto es un festival sangriento montado con maestría. Puede sonar exagerado, pero nos imaginamos al mismísimo Quentin Tarantino parándose de su butaca para aplaudir ese excesivo desenlace. Un slasher con crítica social, Hollywood no ofreció nada comparable en los últimos años.
Aterrados (2017): Casi de forma unánime, la crítica ponderó esta película sobre un vecindario en el que empiezan a suceder cosas paranormales como “la más lograda hasta la fecha”. Eso puede sonar exagerado, pero no lo es. A lo largo de 87 minutos, el pulso es inquietante y los sustos se resuelven de manera ingeniosa. Lo mejor de todo es que consiguió recaudar US$ 364.773, una cifra que permite soñar con un futuro más alentador para este tipo de producciones. No es casualidad que su director Demian Rugna, esté encargándose de la remake estadounidense.
Muere, monstruo, muere (2018): Se estrenó hace poquito y no tuvo el éxito que se merecía. Después de Los Salvajes (2012), Alejandro Fadel vuelve a demostrar que es un cineasta fuera de lo convencional. El disparador de la historia es la aparición de un cuerpo cercenado y la particular explicación del único sospechoso: ¡una criatura sobrenatural lo hizo! La premisa recuerda a Twin Peaks (1990-1991), y su desarrollo también. Es la visión de un autor, y por suerte hay muchos espectadores que sienten esa experiencia como algo gratificante. Terror sin masticar.