Cientos de fans de Gilda se congregaron ayer en el "santuario" ubicado en la localidad de Ceibas, en la provincia de Entre Ríos, para recordar a la cantante al cumplirse 20 años de su trágica muerte.
Otro nutrido grupo de personas realizó una vigilia en el cementerio porteño de Chacarita, donde los restos de Gilda descansan en un nicho: allí le dejaron flores y mensajes, y cantaron sus canciones.
En el santuario, en el kilómetro 129 de la Ruta Nacional 12, camino a Chajarí, se organizó un festival que comenzó a las 12 del mediodía pese a que en los últimos días el lugar se inundó debido a las fuertes lluvias.
El lugar fue construido por uno de sus fans, Carlos Maza, para que todos los seguidores tuvieran un lugar donde rendirle homenaje.
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El 7 de setiembre de 1996, en el mejor momento de su carrera, Gilda murió en un accidente de tránsito cuando se dirigía a la ciudad entrerriana de Concordia. Un camión con patente brasileña embistió al micro donde viajaba toda el equipo y junto con la cantante fallecieron su madre Tita, su hija Mariel y tres de los músicos de la banda, mientras que Fabrizio, su hijo, y Juan Carlos "Toti" Giménez, su marido, sobrevivieron al choque.
Tras su muerte, los fanáticos se convirtieron en devotos y comenzaron a aparecer testimonios de milagros que algunas personas le atribuían a su espíritu y por eso se hizo costumbre que gente de todas las edades le ofrezca oraciones y prenda velas a su imagen; pidiéndole que preserve la salud y el trabajo de sus familias y esperando que Gilda los ilumine con un milagro.