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La abogada de la actriz buscará embargar los ingresos del futbolista. Además, la ex pareja debe arreglar el régimen de visitas del goleador al hijo de ambos, Morrison. La ahora cantante dice que no impedirá el encuentro.
No sólo Daniel Osvaldo "está feliz" (latiguillo de Román Riquelme) de volver a Boca sino, también, su ex pareja, la actriz Jimena Barón, porque su abogada prepara una batería de acciones judiciales para que el flamante delantero cumpla con la cuota alimentaria del pequeño hijo de ambos, Morrison.
La abogada Barón, la doctora Ana Rosenfeld, contó a Big Bang News que existe un antecedente favorable para embargar parte del sueldo que Daniel Osvaldo acaba de firmar con el club Xeneize: "Se va a pedir un porcentaje o un monto específico (sobre los contratos que registre en blanco el futbolista. ¿Cuánto será? Dependerá del juez. En el caso de Osvaldo, el juez fijó rubros que se pueden traducir en un número fijo".
El 2 de junio pasado, antes de la partida del jugador a Porto (Portugal), Jimena logró embargar un 20 por ciento de la última cuota que cobró en Boca, que ascendió a un valor de 200 mil dólares. Pero luego con su pase a Porto la estrategia legal quedó en un impasse.
Para Rosenfeld la pelea que se da en el exterior del país es más difícil y experiencia de ello tiene con el caso Wanda Nara. En este último caso, después de casi dos años de pelea se logró que a Maxi López se le embargue parte del sueldo en Torino para la manutención de los tres hijos de ambos.
La reacción judicial no sólo compete a la cuota alimentaria, sino también a un régimen de visitas por parte del padre: "Durante los seis meses que Osvaldo estuvo en Portugal siempre hubo predisposición de la madre para el contacto, incluso para el contacto vía skape (computadora) o vía telefónica para mantener el vínculo, pero no se logró".
Ahora con la vuelta del padre de Morrison, la intención de la actriz es que se reanude el contacto de una manera gradual porque el nene apenas tiene 3 años y debe empezar con una etapa de reconocimiento: "Jimena sólo exige formalidad, que no se borre y tener un teléfono de contacto, que hoy no tiene".