Responsable de parte de los ciclos más importantes de las últimas décadas en la televisión, Julián Weich disfruta de su presente, lejos de la pantalla y en plenitud.
Julián Weich fue durante casi dos décadas el conductor éxito de la televisión argentina. Su carisma y calidez traspasaban la pantalla llevando a los hogares el entretenimiento sano y familiar que necesitaba la televisión de los anos 90 y 2000.
Responsable de éxitos memorables como "El Agujerito sin Fin", "Sorpresa y 1/2", "Expedición Robinson", "Trato hecho" y "Justo a Tiempo", entre otros, fue el hombre que creció con toda una generación.
Dueño de un humor blanco, su estilo como conductor es una garantía para el espectador de que en su programa no habrá golpes bajos.
Julián Weich asegura que está atravesando el mejor momento de su vida. Al los 58 años, el reconocido conductor se siente pleno al poder compartir sus experiencias y disfruta plenamente del presente. Define el 2003 como un año bisagra, en el que comenzó el proceso espiritual que lo cambió definitivamente.
Imágenes capturadas con motorola edge 50
En pleno trabajo, mientras Julián Weich conducía "El Conquistador del Fin del Mundo" (año 2003) llegó a sus manos un libro que le cambio la vida y que le permitió desarrollar una mirada absolutamente diferente a la hora de encarar las cosas. La posibilidad de que un libro le cambió la vida a Julian Weich.
Embajador de UNICEF desde hace 32 años, Julián Weich sabe manejarse bien al momento de asociar su imagen con ONGs o entidades de bien público. La curiosa recomendación que le dio su padre cuando le confesó que quería ser actor y el desafío que representó permanecer en el medio.
A la hora de la fama, Julián Weich se mantuvo fiel a su postura -algo que mantiene hasta hoy- de ser una persona normal. Su preocupación sobre las nuevas figuras -en redes y realities- y la posibilidad de que no estén psicológicamente en condiciones para la presión. ¿Por qué no está en televisión?
Protagonista de grandes éxitos históricos en la televisión argentina como "Sorpresa y 1/2", "Justo a Tiempo", "El agujerito sin fin" y "¿Quién quiere ser millonario?", entre otros, Julián Weich prefiere quedarse con el cariño de la gente, con la posibilidad de cambiarle -para bien- la vida a alguien.
Las dos experiencias que dejaron huella en Julian Weich, fueron bien diferentes. En la primera -un documental para Telefe- la vinculación fue más deportiva, mientras que la segunda, la posibilidad de tener un fin solidario le permitió realizar un camino mas racional y espiritual, y vivirlo de una manera especial.
La pandemia dejó marcas imborrables en la sociedad. En el caso de Julian Weich fueron 15 días en terapia intensiva que fueron como ver su propio funeral. Su consejo para ayudar a quienes atraviesan un período de angustia o depresión.
Dentro de los aspectos desconocidos de la personalidad de Julián Weich, hay dos opuestos que sobresalen. Uno es su reacción ante la mentira y el segundo, un descubrimiento que lo divierte como a un niño.
El permanente compromiso de Julian Weich con la solidaridad y con el camino espiritual al alcance de todos lejos de los 'grandes gurúes" del marketing.
Sin la presión del rating, en pausa de su trabajo la tele -por el momento-, el actor y conductor asegura estar pasando su mejor momento, y da sobrados motivos para creerle.
Julian Weich, trasciende la pantalla. Es un hombre lleno de sorpresas.
Agradecimientos: @blackristretto.ar.
comentar