Un tenso momento se vivió en la mesa de Podemos Hablar a la hora de analizar la realidad social y económica que vive el país. Estuvieron presente Los Midachi y, como era de esperar, afloró la grieta entre Miguel del Sel, ex funcionario y afin al gobierno de Mauricio Macri, y Dady Brieva, quien simpatiza con el kirchnerismo.
Primero habló Del Sel, quien afirmó que sigue defendiendo a la actual gestión y apenas se limitó a cuestionar que "este gobierno no supo contar en qué situación había quedado la Argentina con el gobierno anterior" y que el país está "desvastado" (sic).
Luego fue el turno de Dady, quien lanzó una serie de críticas y afirmó que no quería que Macri se vaya, sino que su deseo es que se quede "hasta el último día". Y dio su punto de vista. Del Sel, mientras tanto, ni lo miró.
"Tuvieron tres años para decir lo que tenían que decir, no lo dijeron. Prometieron un montón de cosas, no cumplieron ninguna", dijo Dady, y agregó: "Pienso que están mintiendo. Son unos grandes cínicos. Y quiero que se queden hasta el final para que la gente nunca más vuelva a votarlos".
"No quiero que se vayan. Quiero que se queden, como esos jugadores que juegan mal y que putean al árbitro para irse silbados y 'tribuneados', y el árbitro dice 'No, quedate hasta el final, hijo de put..., así la gente se da cuenta que jugás mal´", dijo, en analogía con un partido de fúitbol.
"Quiero que se quede hasta el final y quiero que realmente la pasemos mal, para que no compremos más espejitos de colores", concluyó, antes de aclarar que es muy difícil hablar así con sus compañeros -que profesan un pensamiento totalmente diferente- en el otro lado de la mesa.
"¿Sabés qué pasa? Es un momento muy difícil, hay mucha gente durmiendo en la calle. Entonces, si vengo solo, hablo por mí. Ahora, si vengo con el grupo, yo hablo como parte del grupo", explicó.