La primera película nacional en conseguir una nominación al premio Oscar fue
La Tregua, en 1974. El filme de Sergio Renán, basado en una novela de Mario Benedetti y protagonizado por
Ana María Picchio,
Marilina Ross y
Héctor Alterio, no consiguió ganar la competencia aunque el protagonista tendría revancha una década después y previo a otra decepción.
En 1984,
Camila de María Luisa Bemberg, había obtenido una nominación que no llegó tampoco a obtener los laureles. La película, protagonizada por
Imanol Arias y
Susú Pecoraro relataba la historia de un sacerdote Jesuita que huye con su enamorada, desafiando las reglas de la
Argentina de la época de
Rosas, y se ocultan en otra región del país para vivir un apasionado romance.
Fue precisamente con
La Historia Oficial (1985), de
Luis Puenzo, que
Alterio se pudo dar el lujo de contarse entre los actores premiados por la
Academia de Artes Cinematográficas de Hollywood. El galardón le significó a la coprotagonista,
Norma Aleandro, la apertura de su carrera en Hollywood que continuó con
Gaby, mientras que Puenzo consiguió un jugoso contrato para dirigir
Gringo Viejo.
Pasaron trece años hasta que un filme argentino lograra llegar hasta los nominados de la Academia. Fue la película
"Tango, no me dejes nunca" (1998) de
Carlos Saura, protagonizada por
Miguel Ángel Solá y
Mía Maestro, la encargada de romper el maleficio aunque, lamentablemente, volvió con las manos vacía. Eso sí,
Mía Maestro se quedó en Hollywood y concretó una carrera de ensueño.
La siguiente gran oportunidad no tardó en llegar y fue de la mano de un gran copnocedor de Hollywood como Juan José Campanella quien con
El Hijo de la Novia (2001) logró juntar a Norma Aleandro, Rocardo Darín y...
¡Héctor Alterio!. A pesar de pesar del dram team, que logró una película excepcional, la película corrió igual suerte que la selección en Japón y se volvió sin premio en el 2002. Eso sí, Darín quedó catalogado como "el gran actor argentino" y pasó a ser una suerte de "actor" fetiche de todos los directores argentino.
Finalmente,
Campanella volvió a lograr la hazaña –que esta vez llegó a buen puerto- con
El Secreto de sus Ojos, una superproducción que se desarrolla en los años ´70, protagonizada nuevamente por
Ricardo Darín –ya convertido en EL referente del cine nacional- al que acompañaron
Guillermo Francella y
Soledad Villamil.
¿Podrá
Relatos Salvajes convertirse en la tercera película nacional en conseguir el Oscar?
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