La entrevista que Morena Rial le concedió a Ulises Jaitt para sus ciclo radial este lunes tuvo consecuencias inesperadas para Jorge Rial, entre ellas la unión de la adolescente con una de sus más acérrimas enemigas: Natacha Jaitt.
En la radio, la joven apuntó contra Natacha por haber inculpado a su novio, Facundo Ambrosioni, en la causa por abusos a menores en el Club Atlético Independiente. “Natacha involucró a mi novio al pedo porque no tiene nada que ver. Si me pide perdón la perdonaría. Yo con Natacha nunca tuve un diálogo”, dijo, Morena, que hace unos meses tuvo un encontronazo con la morocha cuándo éste dijo que Rial le alquilaba a sus novios.
Sin embargo, el encuentro no tardó en llegar, y fue la mismísima Natacha la que viralizó la foto que le debe estar arruinando el desayuno a Rial.
“Adopté a #TheLion Morena Rial y sin sacrificarme en “garxarme” a Jorgito!!! #YoYaGané ¡nah! Fuera de toda locura y pavadas mediáticas hay una adolescente que necesita mucho amor, así que acá estoy. Hechos no palabras. ¡Vamos leona! Nada merece tu dolor, acá estoy yo y mi familia también para cuidarte (Antonella Olivera, Valentino y Ulises Jaitt)”, escribió Natacha en su cuenta de Instagram tras acoger en su hogar a la joven.
Natacha se la tiene jurada a Rial desde que éste le salió al cruce en defensa de varios de los periodistas de América TV que cayeron bajo fuego la infame noche que ella irrumpió en la mesa de Mirtha Legrand para hablar sobre los famosos involucrados en la causa de los abusos antes mencionados. Pero lo que ella no le perdona a Rial es que éste haya difundido su número de teléfono celular libremente en las redes sociales, como una forma de hacerla escarmentar.
Morena, por su parte, no pasa un día sin tirarle un misilazo desde su cuenta de Instagram, y en la entrevista con Ulises confesó incluso que ha llegado a odiarlo por prestarle más atención a su carrera y a sus amores mediáticos que a ella que es su propia hija.
Ahora, lo que realmente genera incertidumbre es de qué es capaz este dúo de personalidades unidas por el espanto, sobre todo teniendo en cuenta el daño que le hizo a la imagen del periodista cada una por separado.