Espectáculos
En una entrevista exclusiva con Intratables, Marina dio a entender que la familia está más que molesta con toda la situación surgida en torno a su cuñado.
El informe de Periodismo Para Todos sobre el lavado de dinero que salpicó a varias figuras de la farándula local tuvo el lunes en Marina Calabró a una testigo de primera línea que dejó entrever que la familia del gran actor cómico resultó muy golpeada por la grave acusación vertida contra Fabián Rossi.
La más chica de las hermanas Calabró salió a dar la cara frente a los medios a través de los dos ciclos de televisión de Santiago del Moro donde colabora habitualmente como panelista, aunque ayer debió ceder esa posición por la de protagonista.
Tras una primera salida en Infama que elevó el rating del ciclo a un pico histórico de 13 puntos, del Moro la convenció para que continuara su raid mediático en Intratables, el programa que también conduce desde enero de 22 a 23.30 por América.
En su segunda interpelación, la bella Marina debió responder varias preguntas, algunas de ellas muy fuertes pero que la experimentada conductora supo "remar" para seguir adelante.
El primer punto al que Calabró hizo referencia fue respecto de la frase de Rossi -"Cala se caga de la risa de esto"- sobre la que Ángel de Brito le consultó al respecto.
"No es verdad", respondió Marina y, más avanzada la conversación, agregó: "Me parece hasta irrespetuoso para la gente que está mirando decirlo así porque parecería que no nos importara, que creemos que gozamos de cierta impunidad y nada más lejos de la realidad".
Sobre las supuestas actividades laborales de su cuñado, la infartante Marina respondió: "Nosotros sabíamos lo que cuenta Iliana: que tenía una imprenta y taller de fotocomposición que debió vender debido a las vicisitudes del 2001 y con eso compró un auto Mercedes Benz. Y después armó una consultora de marketing y publicidad y el asesoramiento a empresas. La versión familiar de las actividades de Fabián es la que da Iliana. Si me hubieras preguntado a mí hace una semana te hubiera dicho 'tiene una consultora de marketing y publicidad'".
"No me llamó la atención el tono que utiliza Fabián en las entrevistas porque fue el mismo que utilizó para hablar conmigo esta mañana o el sábado cuando me enteré de que se venía todo esto, porque me avisó alguien del equipo de Lanata. Parece que es su manera de desdramatizar o mostrarse relajado, de decirnos 'acá no pasa nada', pero sí pasa, claro que pasa", aclaró visiblemente molesta.
"Tu hermana Iliana pasó de poner las manos en el fuego a la mañana, a 'pondría' por la tarde", le espetó de Brito pero Marina fue enfática al respecto.
"Rossi e Iliana son muy independientes. Iliana no es ni de preguntar, ni de revisar las cuentas, chequear teléfonos. Es una persona cero controladora. Iliana está como avasallada, como atormentada, confundida. Tienen guardia periodística en la casa, se siente como esclava o presa en su propia casa. Los chicos no pueden estudiar porque el teléfono está sonando todo el tiempo y la madre está alterada porque ella tiene que dar la cara".
Por último, el gran Juan Carlos fue un tema obligado y fundamental de la charla.
"Es un dolor grande para papá. Está pelándola y para lo que es el sostén anímico de una persona y para el que está peleando con una enfermedad crónica, esto no suma sino que resta", detalló sollozando.
Tras una primera salida en Infama que elevó el rating del ciclo a un pico histórico de 13 puntos, del Moro la convenció para que continuara su raid mediático en Intratables, el programa que también conduce desde enero de 22 a 23.30 por América.
En su segunda interpelación, la bella Marina debió responder varias preguntas, algunas de ellas muy fuertes pero que la experimentada conductora supo "remar" para seguir adelante.
El primer punto al que Calabró hizo referencia fue respecto de la frase de Rossi -"Cala se caga de la risa de esto"- sobre la que Ángel de Brito le consultó al respecto.
"No es verdad", respondió Marina y, más avanzada la conversación, agregó: "Me parece hasta irrespetuoso para la gente que está mirando decirlo así porque parecería que no nos importara, que creemos que gozamos de cierta impunidad y nada más lejos de la realidad".
Sobre las supuestas actividades laborales de su cuñado, la infartante Marina respondió: "Nosotros sabíamos lo que cuenta Iliana: que tenía una imprenta y taller de fotocomposición que debió vender debido a las vicisitudes del 2001 y con eso compró un auto Mercedes Benz. Y después armó una consultora de marketing y publicidad y el asesoramiento a empresas. La versión familiar de las actividades de Fabián es la que da Iliana. Si me hubieras preguntado a mí hace una semana te hubiera dicho 'tiene una consultora de marketing y publicidad'".
"No me llamó la atención el tono que utiliza Fabián en las entrevistas porque fue el mismo que utilizó para hablar conmigo esta mañana o el sábado cuando me enteré de que se venía todo esto, porque me avisó alguien del equipo de Lanata. Parece que es su manera de desdramatizar o mostrarse relajado, de decirnos 'acá no pasa nada', pero sí pasa, claro que pasa", aclaró visiblemente molesta.
"Tu hermana Iliana pasó de poner las manos en el fuego a la mañana, a 'pondría' por la tarde", le espetó de Brito pero Marina fue enfática al respecto.
"Rossi e Iliana son muy independientes. Iliana no es ni de preguntar, ni de revisar las cuentas, chequear teléfonos. Es una persona cero controladora. Iliana está como avasallada, como atormentada, confundida. Tienen guardia periodística en la casa, se siente como esclava o presa en su propia casa. Los chicos no pueden estudiar porque el teléfono está sonando todo el tiempo y la madre está alterada porque ella tiene que dar la cara".
Por último, el gran Juan Carlos fue un tema obligado y fundamental de la charla.
"Es un dolor grande para papá. Está pelándola y para lo que es el sostén anímico de una persona y para el que está peleando con una enfermedad crónica, esto no suma sino que resta", detalló sollozando.
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