Fátima Flórez es una de esas personas que “caen” en el mundo artístico sin encajar muy bien en sus estereotipos. Por empezar, es la única mujer imitadora que va por su sexto espectáculo consecutivo sostenido por ella sola como figura central. También sale de lo común por su imagen de mujer fuerte y a la vez demasiado sensible como para salir indemne de la trituradora de carne de la fama.
l ¿Cuál fue el disparador de un antes y un después en tu carrera?
-Hubo dos momentos. Con Tinelli en 2009, tuve un golpe publicitario muy fuerte. Fue cuando hice a Silvia Süller, a Viviana Canosa y a Nacha Guevara. El segundo, en “PPT” con Lanata. Fue un boom total, porque nunca me imaginé hacer una imitación en un programa político y que tuviera tanta repercusión el personaje de Cristina Kirchner. Es el día de hoy que no puedo dejar de hacerlo. Es como un cantante cuando tiene un hit y no lo puede dejar de cantar.
l ¿Qué otros personajes te piden?
-Susana, Moria, Süller, Marixa Balli, Xipolitakis. Ahora “La Bomba Tucumana”, que la voy a hacer en Mar del Plata. Gladys tuvo mucha prensa este año y no puedo dejar de hacerla. Además, ella tuvo una actitud muy linda conmigo porque yo la hice en lo de Susana cuando fue El Pepo a cantar y me prestó su vestuario. Esos gestos se valoren mucho, no cualquiera te presta sus cosas.
l Moria te prestó su vestuario pero hace poco ella te acusó de plagio por la incorporación de Jacobo Winograd como chocolatinero de “Fátima Superstar”...
-Jacobo es muy amigo de mi marido y muy fan mío. Y vino con una idea porque él suele colaborar con hospitales para los chiquitos con problemas oncológicos y me propuso venir de chocolatinero al teatro mientras la gente se acomoda. La idea es que venda chocolatines y chizitos, obvio, y todo lo que recaude es para una chiquita que tiene que ser operada en Boston a corazón abierto. Así que le dije que sí, por supuesto. Moria escuchó lo del sketch y se enojó porque ella hace algo parecido con (José Luis) Gioia, pero después hablé y está todo más que bien.
l ¿Qué significa imitar a alguien?
-Es un acto de amor donde uno utiliza muchas horas para investigar a esa persona, entender la cabeza, la psicología, el color de la voz. Yo estudio mucho, no paro.
l ¿Alguna vez te llegó algún comentario de Cristina Kirchner sobre tu imitación?
-Nunca me llegó ni un comentario ni a favor ni en contra, ni tampoco nunca me prohibieron hacerla, ni me ofrecieron nada para hacerla de una forma u otra. Nada. Pero yo siempre hago todo con mucho respeto, con lo cual te puede gustar o no, pero no creo que te moleste. De hecho, creo que no ha molestado. Si molesta, te lo hacen saber.
l¿Te fue a ver algún político?
-Hubo gente de La Cámpora que me ha ido a ver al teatro, me esperaron a la salida para sacarse fotos y me dijeron que lo hacía con mucho respeto. Además, en el teatro lo hago más light que en el programa de Lanata, donde era más fuerte la letra. En el teatro y lo hago muy divertido pero no me meto tan a fondo en la política.
l¿En una área dominada por hombres, es difícil hacer humor?
-Sí, muy. Por eso, también las mujeres me siguen mucho, porque saben de la pelea mía por mi lugar, que no me fue fácil en un ambiente tan dominado por hombres. Pero creo que cuando uno tiene el potencial y las ganas, todo se logra y se puede. Me parece bien que haya mujeres en la política, que haya una mujer árbitro, que las mujeres entremos en todos los terrenos, en el humor. Me encanta que entren en terrenos que siempre fueron machistas.
l ¿Qué balance hacés del año con fuerte presencia mediática?
-Fue una locura, siempre que hay un quilombo, está Fátima. Cayó un meteorito y cayó en la esquina de mi casa. Qué sé yo. Creo que hay mucha magia en esta carrera y creo que éste ha sido un año muy mágico en el sentido de que yo nunca fui mediática. Siempre trabajé en lo mío y mis notas siempre fueron relacionadas a mi trabajo. Bueno, éste año fue un poquito más movido pero lo tomo con alegría. Entonces, me siento como un imán que atrae cosas.
l ¿Te sentís una “distinta”?
-Sí, soy distinta. Soy una mujer que me calcé un espectáculo de humor e imitaciones y eso es distinto en un ambiente tan machista donde logré hacerme un lugar importante. Tengo un look distinto, que te puede gustar o no, pero es distinto. Soy muy blanca y no tomo sol porque no me gusta mucho tomar sol, me hace mal. La dermatóloga me prohibió tomar sol y las veces que me agarró el sol, me quemó. Están todas medio bronceadas, yo parezco blanca, bueno, nada. Está bueno ser distinto, romper un poco el molde.
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