No es una novedad la dificultad que atraviesa el legendario cineasta norteamericano Martin Scorsese cada vez que desea filmar alguna de sus películas, que una vez en el circuito de distribución se llevan una buena cantidad de nominaciones a los premios más importantes del séptimo arte.
El cineasta ha llegado a poner plata de su bolsillo en para convertir en realidad films como Silencio (Silence, 2016) y en ese trajín, su arte se ve resentido por el esfuerzo de producción y distribución que en general proporcionan los grandes estudios de Hollywood.
En ese sentido, Scorsese criticó duramente la poca confianza que esas empresas depositan en otros realizadores consagrados como Steven Spielberg y Francis Ford Coppola; y la tendencia a poner su dinero en negocios seguros como las películas de superhéroes que inundan las carteleras en la actualidad.
De esta manera, el neoyorkino admitió que fue "la desesperación" lo que lo llevó a trabajar codo a codo con la plataforma de streaming Netflix para su última película, El Irlandés (The Irishman).
En este film, que tuvo un breve paso por los cines y ya fue nominado en varias categorías en los premios Globo de Oro, el cineasta se reunió de nuevo con sus actores fetiche Robert De Niro y Joe Pesci para filmar una película de gángsters, en la que también colaboró por primera vez con otro grande: Al Pacino.
Según Scorsese, los grandes estudios no podían permitirse pagar el presupuesto de 140 millones de dólares requerido para la tecnología de rejuvenecimiento que utiliza en la película, y por eso recurrió a Netflix como último recurso.
"Los estudios simplemente no estaban interesados en El Irlandés. Pensaron que no era suficiente, particularmente porque tenía que hacer el trabajo de rejuvenecimiento por computadora", dijo.
"De Niro y yo no habíamos hecho una película desde 1995, Casino, y con los años hemos querido hacer otra película. Y se le ocurre aparecerse con este libro (“I Heard you paint houses” de Charles Brandt) que (el guionista) Eric Roth le regaló", agregó.
El realizador explicó que hace diez años que trabajaban con De Niro pero sin poder obtener la financiación. "Luego recibí una llamada del productor Rick Yorn, que me dijo: ´¿Estás interesado en Netflix?acute;. Lo principal para mí fue la libertad creativa. Lo malo es que es para el streaming. Y entonces le pregunté: ´Pero se mostrará en los cines, ¿verdad?acute;", recordó.
Con la vía libre para competir en los premios Oscar, Scorsese confesó que "tal vez" habría seguido adelante con el acuerdo de Netflix, incluso si no hubieran podido acordar la proyección en cines.