Matthew Abram Groening nació el 15 de febrero de 1954 en la ciudad de Portland, Oregon. Desde pequeño la influencia de su padre, un publicista con aspiraciones de guionista y animador, lo llevó a desarrollar su creatividad a través del dibujo, algo que lo iba a ayudar muchísimo a futuro.
Groening cursó sus estudios terciarios en el Evergreen State Collage donde fue el presidente del periódico escolar junto a Charles Burns quien con el tiempo llegó a ser un reconocido dibujante del circuito under norteamericano. Groening recuerda cariñosamente al Evergreen como "un reducto hippie que atraía a todos los loquitos creativos de la costa noroeste del país" y en su honor bautizó a la calle donde viven Los Simpsons con el mismo nombre en su versión original, en tanto que en castellano se la conoce como “Avenida Siempreviva”.
A los 23 años, emprendió un viaje a la ciudad de Los Angeles donde decidió dedicarse a escribir, pero pronto descubrió que sólo dibujando podía exorcizar el agobio que le producía esa gran urbe. A poco de llegar, Groening consiguió trabajo como chofer de un director de películas de bajo presupuesto, de quien también fue su biógrafo. Su siguiente ocupación fue en una disquería donde, entre charla y charla con sus clientes, concibió la historieta Life in Hell (Vida en el Infierno en castellano) que no sólo dibujaba, sino que la autoeditaba y vendía en el local. Con el tiempo, Life in Hell se fue popularizando y su creador muy pronto pudo verla publicada en la Wet Magazine de septiembre de 1978.
Su siguiente trabajo profesional fue para el periódico Los Angeles Reader donde le encargaron escribir una columna de Rock ´n Roll. Él decidió, en cambio, escribir la historia de una banda ficticia que tuvo tanto éxito, que ocasionó que a la semana siguiente le pidieran que escriba la columna de humor.
En 1984 Matt se casó con Debora Caplan a quien había conocido trabajando en Los Angeles Reader. Muy pronto, Caplan se convirtió en su editora personal y juntos fundaron Life in Hell Co. por donde salieron a la venta los libros recopilatorios de Life in Hell.
La tira había sido sindicada y aparecía en 70 medios de los Estados Unidos, permitiendo que el matrimonio pudiera darse el lujo de vivir de las regalías por un tiempo. Caplan y Groening tuvieron dos hijos –Homero y Abraham (¡Sí, los bautizó así!)- y se separaron 1999.
La gran oportunidad de Groening llegó de la mano de Albert Brooks, un ejecutivo que, buscando talentos, lo convocó para crear unos cortos animados. Groening llegó con una carpeta de material de Life in Hell, con la esperanza de que le compraran la idea para los cortos.
Sin embargo, en el medio sintió miedo de que terminaran robándole la idea y mientras esperaba a ser entrevistado, bocetó a los Simpson. Finalmente, la serie por la que obtendría su mayor reconocimiento salió en una serie de cortos que separaban los sketches del Show de Tracey Ullman, y a partir de 1989 obtuvieron su propio espacio, que nunca perdieron a pesar de los cambios de horario y de canal que sufrieron en los Estados Unidos, donde cursan su 30ma temporada.
La serie animada más famosa de la TV ya iba por su décima temporada cuando Groening se cansó y buscó innovar una vez más el género con Futurama. Allí se dio el lujo de homenajear al vapuleado mundo de la ciencia ficción.
A pesar de lograr su objetivo, la serie demostró ser demasiado para los televidentes y se canceló luego de tres brillantes temporadas. Sin embargo, y al cabo de unos años Groening decidió realizar 4 telefilms (o episodios alargados, de acuerdo a cómo se lo vea) y eso dio origen a un resurgimiento de la serie, que se extendió por otras cuatro temporadas. El último episodio (de los 140 que totalizó) de Futurama, data de septiembre de 2013.
Desde 2008, Groening está en pareja con la artista argentina Agustina Picasso (42), producto de la cual nacieron Nathaniel, de 6 años, y las gemelas India y Luna, de 4. Lo que nadie se esperaba (y menos él) era que el tercer embarazo de Picasso también culminara con ella dando a luz a dos gemelos más: Venus Ruth y Sol Matthew. Apu, un poroto.
En 2018, Netflix lanzó la primera temporada de Desencanto (Disenchantment), una parodia de Groening sobre las películas de espada y brujería. En la trama, la princesa Bean se rebela a los deseos de su padre de que contraiga matrimonio con un nefasto heredero (y luego con su hermano tras la muerte de éste) y decide irse a recorrer su reino en compañía de un elfo y un demonio.
El estreno de la serie se convirtió en un éxito ya que, según la consultora Nielsen, sólo el episodio piloto fue visto por unos 4 millones y medio de personas durante los primeros tres días en los que estuvo disponible en la plataforma de streaming, y tan sólo en los Estados Unidos. Pese a que en un principio las críticas fueron muchas, las mismas estaban basadas en los episodios iniciales de un proyecto que sigue a rajatabla los parámetros de Netflix. Por eso, varios fans de la serie aconsejan verla hasta el final, donde indican que la narrativa mejora bastante. Groening mismo dijo que la segunda etapa será superior. ¿Cumplirá?