Hace algunas semanas, después de muchísimas especulaciones al respecto, Damon Lindelof confirmó que su versión de Watchmen sería una secuela del cómic original. La noticia fue bienvenida por los fanáticos que temían una “profanación” de la obra maestra que concibió Alan Moore, y abrió un nuevo interrogante: ¿estará esta continuación a la altura de la historia que lo precede? En este sentido, las críticas positivas que recibió su primer episodio pueden ser un alivio para millones.
Según los especialistas, el show mantiene el espíritu de aquellas viñetas publicadas en 1985. No solo se trata del ocaso de los héroes disfrazados, también es una reflexión sobre el rol de las fuerzas de choque y el miedo como forma de control. “Encuentra verdades fundamentales sobre una América dividida por la falta de fe en sí misma, su gente y sus instituciones”, aseguró Ben Travers de Indiewire. Y esta apreciación no es casual, Lindelof escribió esta primera temporada como una reacción a la gestión de Donald Trump.
Por otra parte, de la misma manera que Moore interpelaba al lector, la superproducción se atreve a sacudir al espectador. Y la estrategia para conseguirlo no sería un simple ejercicio de nostalgia –como sucede en cada revival que concibe la industria-, Watchmen reactiva las inquietudes de las viñetas pero también presenta cuestiones acordes a los tiempos que corren. “Es una reflexión explosiva del racismo estadounidense, arrancada de la historia y los titulares”, señaló Darren Franich en Entertainment Weekly.
Más allá de los estrenos dramáticos, este show perteneciente al género fantástico es la gran apuesta de HBO para captar (y mantener) suscriptores tras el final de Game of Thrones (2011-2019) –no es casual que ocupe el prime time de los domingos-. Y la apuesta era muy arriesgada, ya que no solo significaba traer de regreso a un puñado de personajes amados por un nicho sino también presentárselos a una audiencia nueva.
“Es una actualización necesaria y una cariñosa carta de amor que mezcla espectáculo y filosófica”, sintetizó Haleigh Foutch de Collider.
El veredicto más importante se dará el próximo domingo a las 21 horas, cuando el Doctor Manhattan y Ozymandias vuelvan a interferir en el futuro de la humanidad. Poco importa si sabés cómo actuaron en 1986, si algo quedó claro en los avances es que el reloj del juicio final vuelve a acercarse a la medianoche y muchos anhelan que el apocalipsis sea puntual.
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