En el campo de juego
todos estuvieron
sentados, en un
clima familiar
Mucha gente fue a presenciar anoche el primero de los dos recitales que ofrecerá en nuestro país Paul McCartney, algo que se sabía desde que se agotaron las entradas el primer día que se pusieron a la venta, pero la característica de ese público era que comprendía prácticamente a cuatro generaciones.
De este modo, pudo verse a muchos padres con sus chicos, algunos ya abuelos y, otra de las particularidades de este show, mucha gente joven que no vio a McCartney en su esplendor en Los Beatles.
A diferencia de otros recitales, donde el público es mayoritariamente juvenil, en el de anoche en River no hubo banderas, ni pancartas, sólo un joven se animó a llevar una que decía: “Hoy cumplo años y es el más feliz de mi vida”.
Cuando todavía faltaban 90 minutos para el primero de los dos conciertos con que el ex Beatle se reencontraba con el público argentino después de 17 años, ya había medio estadio de River colmado, ansioso por la salida del artista.
Con mayoritaria presencia de cuarentones y mucha familia, las plateas altas del Monumental (Belgrano y San Martín, donde habitualmente se ubican los socios de River Plate para presenciar los partidos de fútbol) eran las que lucían completas casi en su totalidad.
La llegada de Charly
“Borombombón, borombombón, está es la banda de Say no More”, bramó el sector VIP del Monumental con la llegada de Charly García a ese sector para presenciar el concierto que anoche ofreció Paul McCartney en el estadio de River Plate.
El mentor de Sui Generis y Seru Girán, llegó acompañado por su novia y Palito Ortega, una persona clave en su recuperación tiempo atrás. La gente se emocionó al verlo y también le dedicó algunos aplausos. La de Charly no fue la única cara famosa en el estadio millonario, también se lo pudo ver al ex entrenador de Boca Carlos Bianchi, a Pancho Dotto, Eduardo Aliverti y también, acompañado por una gran custodia, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
Todos sentados
Otra de las particularidades que tuvo el recital de Paul McCartney es que todo el público que estuvo en el campo de juego, estuvo sentado.
Se colocó un piso especial y sobre él, todos los asientos para que nadie estuviera de pie, ni saltando, como en otros recitales y evitar así problemas en edificios linderos al estadio.
Además, se colocaron junto al escenario dos pantallas gigantes, en la que se pudo ver, previo al recital de McCartney, fotos de la época de Los Beatles y recuerdos del músico en su larga trayectoria, en grupos o en forma individual.
Los “trapitos”
Una de las controversias que se generó antes del recital fue la presencia de los ya famosos “trapitos”, quienes llegaban a solicitar entre 50 y 100 pesos para “cuidar” los autos estacionados.
Durante los operativos realizados, algunos fueron demorados, pero era una gran cantidad, por lo que muchos pudieron hacer una gran ganancia durante este recital, que seguramente se repetirá esta noche en la segunda presentación de McCartney y el sábado con los Jonas Brothers.