Para Karina Jelinek no hay vuelta atrás en su relación con Leo
Fariña. Por más que el misterioso hombre del rodete insista, que le mande
flores, que le pida casi de rodillas al menos diez minutos de charla, para la
morocha ya es cosa juzgada. Tanta bronca acumulada tiene luego de la cantidad de
"amantes" pasajeras que le aparecieron a Fariña mientras estaba casado con ella,
que está pensando no sólo en el divorcio sino que también quiere tenerlo lo más
lejos posible.
"Karina pidió una orden de restricción para Leo", contó Jorge
Rial en Intrusos. Sí, la morocha quiere que sea la Justicia la encargada de
mantenerlo bien lejos de su casa. Ella ya hizo su parte y le negó la chance de
una charla, "la última", tal cual le pidió él. Karina ya se presentó ante la
Justicia para comenzar con los trámites de separación, ya que para el divorcio
definitivo deberá esperar hasta el año que viene. Y además de la restricción
solicitó "la atribución de domicilio", es decir que la Justicia le deje el
departamento de San Martín de Tours a ella y lo saque a Leo, aunque esto es
bastante difícil ya que la propiedad estaría a nombre de una sociedad, quien
reclamaría la devolución del inmueble. Jelinek no quiere irse de su casa y
volver a su departamento de soltera, que está a unas pocas cuadras. Pero de a
poco se va dando cuenta que algunas promesas de Fariña no eran tales, por
ejemplo el regalito de una propiedad de la cual nunca fue dueño.
Por eso Jelinek no quiere quedarse sin nada y, según trascendió, hasta estaría averiguando la manera de poder sacar algunos muebles de la propiedad. Aunque el departamento ya estaba amueblado, por lo que ni siquiera podrá quedarse con algún recuerdo de lo que fue la vida de princesa.
En medio de tanta batalla judicial, Fariña intenta
reconquistar a Karina pero sigue haciendo de las suyas. Diario Popular lo
encontró en la noche porteña en una cena muy romántica con una rubia y una
pareja amiga. La chica que hasta le dio de comer en la boca a Leo se llama
Natalia, es de Lanús, trabaja de promotora y se conocieron en la noche. "La
estamos pasando bien, los dos nos conocemos de hace rato y no tenemos que
rendirle cuentas a nadie. Pero no tenemos nada. Una nunca sabe, no puede decir
nunca, pero por ahora no hay nada", contó la rubia en Infama. Fariña por
supuesto también negó todo, simplemente contó que la salida había sido entre
amigos, que la chica que estaba sentada a su lado era "una amiga de la pareja
que estaba con ellos" y que pasa sus días en soledad.
Entre tanta soledad la idea de reconquistar a Karina está más presente que nunca. Ayer cuando la morocha llegó a su casa se encontró con un hermoso ramo de flores. "Llegando a casa después de un día largo, me encuentro con flores anónimas!! Gracias quien fuere... beso a dormir !", tuiteó Jelinek. En un primer momento se pensó en un admirador anónimo, pero parece que el señor de las flores es nada más y nada menos que Fariña. Lo que resta saber ahora es qué habrá hecho Karina con las flores cuando se enteró de quién era el responsable del regalito.
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