Lejos de recostarse en la comodidad de lo preestablecido y quedarse sólo en el disfrute de las mieles conquistadas, Pamela David, apuesta al crecimiento que deviene del cambio y el riesgo de ir hacia lo nuevo.
La decisión de dejar las mañanas de Desayuno Americano, para instalarse a la hora de la siesta con Pamela a la tarde, definitivamente, fue producto de esa intención de ensanchar el horizonte y conquistar una franja de público diferente.
“Como todas las personas en la vida evolucionamos. Este cambio que hice de la mañana a la tarde creo que era necesario también, es parte del crecimiento”, desliza exhibiendo el espíritu del ciclo que desembarcó, de lunes a viernes a las 15.30, en el aire de América TV.
“Si uno quiere obtener otros resultados tiene que hacer otras cosas, algo diferente”, acentúa David evidenciando sus ganas de apostar al cambio. “A la mañana me sentía cómoda, pero estar cómoda no es bueno. Para mí hay que salir y probar, arriesgarse y tratar de seguir creciendo. Creo que es un gran desafío, pero a la vez un gran crecimiento”, destaca.
El resultado al que aspira la chica que salió del reality El Bar y que se destacó, del otro lado, tomando las riendas de El Debate del formato más emblemático de la televisión argentina como Gran Hermano, es el de ampliar el segmento que la registra. Y para ello vale el riesgo de salirse de la zona de confort.
“Lo que quiero es llegar a otro público y cargarme al hombro un programa diferente que también va a ser de actualidad y habrá política. Ese tenor también será importante a la tarde. Me parece que será un gran gran desafío, y soy redundante, pero estoy comprometida a pasarlo”, explica quién se centrará en un horario más competitivo con el fin de consolidarse aún más en la conducción.
“Éste era el séptimo año de Desayuno, que ya estaba instalado y es un clásico. Empezamos la mañana cuando estaba apagado ese horario en América. Me encantó hacerlo y lo disfruté y aprendí muchísimo. Pero bueno, los desafíos son importantes. Vale la pena arriesgarse”.
Tal como lo hiciera cuando se animó a conducir la tarde-noche de Gran Hermano y sus acaloradas discusiones, hoy, con el nuevo ciclo de la tarde que acaba de ver la luz el lunes pasado, Pamela, intenta sumar adeptos.
“Gran Hermano lo que me mostró para mí fue un público diferente. Al ser masivo, al ser en otro horario justamente, fue otro público el que lo vio. Me vio gente que tal vez no veía la mañana y dijo: “¡Mirá Pamela! Conduce bien”.
Eso me ayudó un montón. GH me ayudó muchísimo. Fue muy importante en mi carrera Gran Hermano. Siento que a mí me dio visibilidad”, reconoce la mujer de Daniel Vila, propietario de los multimedios América, que, sin embargo, procura ganarse un lugar por su propia capacidad.
“Mi cabeza, mi corazón y todo está puesto a las 15.30 de la tarde. Seguramente acompañaremos a GH, cuando haya una próxima edición, porque el canal es muy unido. Pero ya no voy a conducir sus debates”, aclara.
Durante más de 6 años Pamela se supo posicionar como timonera de un magazine que requería tanto de idoneidad como de compromiso e información. Más allá del prejuicio inicial por “ser esposa de”” y de tantas veces padecer una mirada condenatoria, ella demostró estar a la altura de las circunstancias y capacitarse para responder al reto.
“Para mí Desayuno fue el programa que más presión sentí que tenía”, comenta del envío que el último mes quedó a cargo de Adrián Pallares y Débora Plager.
“Para hacerlo tuve que estar informada, opinar con responsabilidad, escuchar a todos. A veces tuve 10 personas para escuchar y cada suspiro es importante. No quiero ni debo dejar de escuchar, cada opinión es importante”, explica quién, con sus preguntas agudas y punzantes, hasta terminó desenmascarando a más de un político en plena campaña electoral.
“Tuve que romper con la barrera del miedo a preguntar lo que uno quiere preguntar. Era la única manera de crecer; ser por ahí la voz de la señora o del señor que nos está mirando. De eso se trata. La televisión es un entretenimiento, pero es un servicio. Sobre todo, si haces actualidad y haces periodismo, la gente tiene que sentir que uno le pregunta lo que ellos quieren saber. No ser complaciente. No tiene gracia ser complaciente. Siento que crecí”, resume Pamela, cuando días atrás se relanzó la señal A24. “Está genial. Por lo que veo la rompe. A24, América 24, viene creciendo en los últimos años. Es una señal que creció muchísimo y también esta restructuración o esta nueva presentación la termina de potenciar”, acentúa David, acompañando la propuesta periodística pergeñada por su marido, el Dr Vila.
-Desde una mujer que es cara de programas de actualidad periodística, ¿cómo vivís la realidad socio-política del país hoy?
-Desde un medio de comunicación la vivo con mucha libertad. Antes no es que no la tenía. Tenía la libertad de expresarme en mi programa porque siempre trabajé en América. Pero lo que me pasa hoy respecto a años anteriores es que hoy puedo opinar, puedo opinar diferente y no siento un ataque, algo que antes sí lo sentía. Sentía que había un aparato político en contra para todo aquel que pensara diferente. Gracias a Dios, y aunque no se tenga que agradecer porque la libertad tendría que existir por derecho y no porque te la de alguien, pero me sale agradecer, siento que hoy estamos mejor. Por supuesto que también se siente y mucho la necesidad. Hay pobreza, hay despidos, muchos despidos. Así lo percibo y así nos lo hacen llegar las opiniones de la gente en las redes sociales, en los mensajes de WhatsApp. Siento que falta mucho por hacer. Pero que se está haciendo.
Pamela a la tarde, el nuevo ciclo de actualidad que conduce Pamela David por la renovada grilla AméricaTV, cuenta con un panel de altos especialistas: Soledad Larghi, Facundo Pastor, Carlos Monti, la bella modelo Luli Fernández y Candelaria de la Sota, son parte del programa que debutó el pasado 15 de mayo, después de Intrusos y antes de Infama.
“Me encanta poder ir detrás de Intrusos. Con Jorge (Rial) tengo la mejor y es uno de los que enseguida me motivó para que vayamos después de él y sé que podemos hacer buenos pases. Él fue quién me lo ofreció apenas se enteró de que tenía la oportunidad de ir a la tarde. Los consejos de Rial y de Santiago del Moro me dieron el empujón final para hacer este programa que estamos armando”, cuenta la morocha de ojazos verdes que se probó a sí misma en un terreno diferente respecto del envío que, además, dos veces por semana, se les sumará la presencia de Chiche Gelblung y Amalia Granata.
“La propuesta viene desde hace mucho tiempo, desde cuando hacíamos El Debate de Gran Hermano. La gerente de programación del canal Liliana Parodi, quería que me quede en el horario de la tarde, pero yo no estaba segura en ese momento. Este año, sin embargo, la semana anterior a volverme de vacaciones, me dijo: “Antes de llamar a alguien, la oferta siempre te la voy a hacer a vos”.
“Soy una mamá culposa e insegura, pero muy estricta”, supo confesar Pamela David, abriendo un corazón que desgrana sus temores e inseguridades como cualquier mujer. Mamá de Felipe (su hijo junto al basquetbolista Bruno Lábaque) y de Lola (fruto de su matrimonio con Daniel Vila), esta conductora y actriz, se muestra vulnerable a la hora de poner límites y reordenar lo respectivo a la educación de sus pequeños.
“Aprendí que muchas veces, tanto permiso puede destruir la autoestima. Aún hoy le dedico varias sesiones de terapia a la maternidad. Y desde el primer embarazo leí libros que contengan el tema como Confianza total para tus hijos (de Florencia Andrés y Verónica de Andrés) que me ayudó mucho. Cada tanto lo releo y pongo en práctica cada ejemplo. Nunca quedo contenta, quiero seguir aprendiendo”, daba cuenta de su realidad como madre, rol que ejerce concientizando sobre el esfuerzo que hay que destinar para lograr aquello que se quiere.
“Trato de inculcar la cultura del trabajo y el esfuerzo. Mis hijos viven una realidad que no es la de la mayoría, y eso me desvela. Me ocupo de que abran la mirada: cada tanto le muestro fotos de la casita humilde donde crecí en Santiago del Estero, fomentando la conciencia del esfuerzo. Hoy, si quieren zapatillas nuevas, saben que deben ahorrar: mientras el talle de las que tienen vaya bien, no habrá otras”, admitió la conductora, que pone su propio ejemplo de vida a sus hijos para que aprendan a superarse.