Pampita se dio el gusto de su carrera de debutar con el protagónico de la película Desearás al Hombre de tu Hermana. Una elección sorpresiva y audaz que se desparrama en un film inclasificable: remite a un porno-soft con una clara estética kitsch (más por su ostentación que por el mal gusto), con reminiscencias de las películas de Armando Bo y la Coca Sarli, quienes en la década del 70 a partir de un romance prohibido armaron un imperio del negocio erótico.
Sin embargo a la modelo le hace mucho ruido la palabra “porno”: “Lo porno remite a lo perverso del sexo, no tiene sentimiento. En Desearás... apuntamos al despertar sexual de dos hermanas adolescentes y no hay otra manera que contar la sexualidad con escenas. No podemos mostrar a cada una de las dos hermanas si no la vemos en ese momento. Es decir, el momento importante que las trasciende como personas”.
Desearás... cuenta la historia de dos hermanas muy diferentes: Lucía (Mónica Antonópulos) y Ofelia (Pampita) en el inicio sexual y su posterior reencuentro a los treinta y pico: “Ellas viven la sexualidad de manera muy diferente, pero se necesitan, se complementan, se potencian y a la vez el miedo les provoca un sentir diferente y cómo las trauma sus diferencias”.
El reencuentro de las hermanas es el casamiento de una de ellas: Lucía (Antonópulos) con Juan Rojo (Juan Sorini). Llega a la magnífica casa frente al mar Ofelia (Pampita) con su novio brasileño Andrés (el actor de Moisés, Ghilerme Winter) y de ahí en mas comienza el juego de atracción y ardor de los cuerpos. La madre, Carmen (Andrea Frigerio), es una bella mujer que vive empastillada pero cuyas frases marcan el inicio del conflicto: “Si no los conociera diría que estarían cambiados. Andrés con Lucía y Juan con Ofelia”.
Desde la infancia se describe al personaje de Pampita, Ofelia, “como alguien que siente mucho, desde chica no puede contener su esencia animal, salvaje para el sexo y ella por cierto mandato social cuando crece se va de la casa. El reencuentro con la hermana es inesperado y ese juego de espejos que tuvieron durante la adolescencia en el despertar sexual se vuelve a repetir a los treinta y pico: “Cuando Ofelia encuentra a alguien (en este caso a Juan, esposo de su hermana) que comparte el mismo juego ya sabés que el destino de los dos está marcado. Se van a cruzar y de manera inconsciente una coloca a la otra en el lugar que quiere. Es un círculo. Lucía no siente, pero sólo con Ofelia cerca puede erotizar, es la forma que tiene de encontrar su propio placer”.
Cuando se le pregunta a nivel personal el despertar sexual, Pampita esquiva hablar de ella misma: “Lo pasé como cualquier chica normal de mi edad (en enero cumple 40). Yo no me siento tan identificada con el personaje de Ofelia cuya historia se ubica en la década del 70 cuando recién salían las pastillas anticonceptivas y sólo accedían las familias adineradas. Yo siempre me sentí libre con mi cuerpo y mis decisiones. Nunca se me impuso nada. Vivimos en una época en la que la mujer es mucha más libre, podes disfrutar de tus deseo y sin culpas. Esta es una generación que vive de manera distinta a la del 70, la mujer toma la iniciativa y no hay culpa por ello. En este sentido, hombres y mujeres estamos iguales, todos queremos ser libres. Ya no pasa seguir los mandatos familiares sobre la sexualidad. El cuerpo es tuyo y libre para gozar”.
La película tiene una gran audacia a la hora de mostrar los cuerpos desnudos y lo hace con una estética y una música imbricada con la historia: “No se confundan. No me van a mí desnuda, sino a Ofelia. Es un personaje. Lo animal y la pasión se ve, sino no es Ofelia”. Pese a la aclaración, sabe que el comentario es si Pampita muestra su cuerpo lejos de su actitud sensual y sexy de las pasarelas: “Se van a encontrar con una película provocadora y que a los espectadores los va a remecer (mover algo), te despabila y salís como mareado porque por los pasajes del film del drama a la comedia sin escalas. Pero que en la película te vas acostumbrando a un ritmo rápido y cuando ya estas metido no podés desprenderte. No llegas a procesar una escena porque enseguida tiene la otra. Te aseguro que cuando el espectador se sienta en la butaca del cine se deja llevar”.
De vuelta con la pregunta que dejó pasar sobre el afán de ver a Pampita desnuda y en escenas de alto voltaje erótico: “¡Ojalá también reconozcan todo lo otro (por la actuación) porque lo demás ya lo han visto en mi carrera de modelo. Quiero que se reconozca que uno eligió un proyecto incómodo, arriesgado. Yo me entregué a la visión del director (Diego Kaplan). Nunca tuve un reparo ni un prejuicio”.
En su haber como actriz Pampita tiene dos incursiones y las dos con claras referencias al mundo del sexo. La primera fue en televisión con la tira Doble Vida (América, 2005,las 23) hizo el papel de una opaca secretaria de “la Madame” a cargo de Moria Casán que estaba a cargo de un book de profesionales de la prostitución: “Yo ahí era una monja secretaria, justo todo lo contrario con el papel de Ofelia en Desearás al Hombre de tu Hermana”. Para Pampita su debut en el cine “es el primer paso y lo hice con humildad y mucha entrega”
comentar