En el año 1986, un hecho trágico golpeó a Fito Páez, quien se encontraba en el momento cumbre de su carrera musical: el 7 de noviembre, su tía y su abuela fueron asesinadas brutalmente en su casa de Rosario.
Con solo 23 años, el artista se encontraba de gira en Brasil promocionando el disco "Giros" junto a Fabiana Cantilo y Charly García.
Después de un show, recibió la terrible noticia y el hecho dejó a Fito en un estado de profunda tristeza y dolor que se vería reflejado en sus canciones por venir.
Josefa Páez, de 80 años, y Delia Zulema Ramírez de Páez, de 76, fueron asesinadas a sangre fría. También mataron a Fermina Godoy, la empleada doméstica de la casa que estaba embarazada.
El autor del triple crimen fue un excompañero del colegio secundario del cantante: Walter de Giusti. Nacido en Rosario, en 1962, Giusti estudió en la escuela secundaria rosarina Dante Alighieri, lugar donde conoció a Páez.
Ese 7 de noviembre de 1986, Walter de Giusti, con ayuda de su hermano Carlos de 18 años, ingresaron a la casa de Fito, con el pretexto de que iban a hacer un trabajo de plomería y una vez adentro asesinaron a la tía abuela y a la abuela de Páez. También a Fermina Godoy, la empleada doméstica de la casa que estaba embarazada.
Fue el marido de Fermina quien, luego de tocar tímidamente la puerta y no recibir respuesta, ingresó a la escena del crimen y se encontró con su mujer muerta, quien había recibido varias puñaladas, y con las familiares de Fito, también sin vida. Josefa con marcas de cuchillo en su cuerpo y Delia, con una bala en la cabeza.
Inicialmente, se pensó que podría haberse tratado de un robo, pero luego confirmaron que no se llevaron nada importante de la casa, ubicada en la calle Balcarce de Rosario, en Santa Fe. Asimismo, se demostró que la puerta de la casa nunca fue forzada, pero más allá de esto, no se tenía nada importante que diera con el paradero del asesino.
Fito, tiempo después, declaró que destrozó el cuarto de hotel en el que se encontraba, lleno de ira por lo que había sucedido con su abuela y su tía abuela, dos personas claves en su infancia tras la muerte de su madre biológica, Margarita Ávalos, cuando este tenía solo 8 meses de edad.
"No puedo explicar cómo quedó el cuarto del hotel. Lo destrocé. Dolor violento. Perdí tanto la conciencia que hoy no me acuerdo exactamente lo que sucedió. Era como un animal enjaulado en su propio dolor. Creo que me la pasé todo el día llorando, tomando whisky y lexotanil", afirmó años después.
En medio de esta gran depresión, Fito y Fabiana Cantilo viajaron juntos, viajaron a Tahití, lugar donde el artista plasma todo su dolor en letras y crea el disco Ciudad de pobres corazones, el cual fue lanzado en junio de 1987.
Tras una investigación que duró alrededor de un año, a la Policía le llamó la atención una persona que tenía en su poder una grabadora Sanyo que Fito le había regalado a su abuela. Consultada sobre el origen, les explicó que fue un regalo de su novio, llamado Walter. El asesino confesó su crimen.
Detenido, el implicado confesó que fue el autor de los crímenes y admitió que, además, había matado a dos mujeres una semana antes.
Walter de Giusti fue condenado a cadena perpetua el 24 de agosto de 1987 en la cárcel de Coronda, provincia de Santa Fe. En tanto, su hermano Carlos, fue liberado pero bajo supervisión policial.
"No puedo calificarlos. Son locos, pero todos estamos locos. Yo tengo mis rollos y ellos los suyos. Los conocía desde hace muchos años, eran vecinos", dijo Fito cuando se conoció la identidad de los asesinos de sus familiares.
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