Hacía tiempo que no se sabía nada de Beatriz Olave, la madre de los cuarteteros cordobeses Rodrigo Bueno y Ulises Bueno, y muchos se habían quedado con la imagen de sus apariciones cuando hace 22 años el Potro se mató en un accidente automovilístico.
Sin embargo, Betty siempre fue una mujer muy coqueta a la que le gustó lucir su cabello teñido de rubio, muy maquillada, y con joyas de oro. Y para contrarrestar el paso del tiempo, fue haciéndose retoques para lucir más joven, pero esta vez sorprendió a propios y extraños.
Olave reapareció públicamente en los últimos días junto al animador Juan Alberto Mateyko, quien la entrevistó, y un video de ese encuentro se viralizó rápidamente por el aspecto actual del rostro de ella.
Más allá de las bromas de mal gusto y de los memes, no fueron pocos los que se preguntaron si nadie advirtió esta suerte de adicción a las cirugías estéticas que hicieron que perdiera completamente sus rasgos.
Es que la mamá de los músicos bien podría padecer de "dismorfofobia", como se denomina al trastorno dismórfico corporal, una enfermedad mental que se caracteriza por la percepción exagerada de un defecto físico y una sobre-preocupación por la imagen corporal.
Cerca de cumplir los 80 (no reveló su edad), Betty es una persona querida en Córdoba que ha sufrido mucho tras la muerte de Rodrigo, y que quizá no cuente con quien la asesore correctamente en la búsqueda de esa felicidad perdida.