Fue un grande que despertó y despierta pasiones, aún a diez años de su partida Roberto Sánchez o Sandro, como era conocido popularmente, sigue siendo uno de los cantantes argentinos más reconocidos en todo el continente y pionero en el rock en castellano. Así como también uno de los pilares fundamentales de la balada romántica.
Un 4 de enero de 2010 se despedía de este mundo tras una larga y ardua batalla contra una enfermedad pulmonar, fue despedido por más de 50 mil personas en el Congreso y otras 100 mil acompañaron su cortejo fúnebre al compás de sus más recordadas melodías. Por eso, a pesar de ser tan reconocido, les acercamos algunos datos curiosos que marcaron la carrera artística del Gitano.
Sánchez había elegido como nombre artístico "Sandro", ya que ese era el nombre que sus padres habían querido ponerle y las autoridades no se lo permitieron.
El rótulo "Sandro de América" surgió a raíz de su separación del grupo musical "Los de Fuego", dado que el 24 de octubre de 1967 ganó por un voto el Primer Festival Buenos Aires de la Canción con "Quiero llenarme de ti" e inmediatamente es invitado al Festival Internacional de Viña del Mar. Allí debuto el 2 de febrero del año siguiente y en apenas dos años conquista América de sur a norte.
En su actuación en el Felt Forum del Madison Square Garden que fue transmitida vía satélite, Cacho Fontana lo presentó como "el ídolo de América". Consagración que le terminó llegando a Sandro en las noches del 11 y 12 de abril de 1970.
Por otra parte, si bien al astro musical se lo identifica con Banfield, Sandro pasó su infancia y dio sus primeros pasos en el mundo musical en Valentín Alsina, Lanús. Sin embargo, vivió hasta el momento de su muerte en una amplia casona de Banfield, que terminó convirtiéndose en un ícono del barrio y que es constantemente visitado por turistas y por sus Nenas, quienes cada 19 de agosto se congregan en el lugar para homenajearlo.
Sandro también es considerado como el Elvis Argentino, debido a la profunda admiración que el cantante tenía por Elvis Presley y por la forma en la que lo imitaba. Tan es así que mientras se encontraba cursando sus estudios primarios, su señorita de sexto grado lo invitó a realizar en un acto escolar del 9 de julio de 1957 una imitación de Presley, que fue ovacionada por todos los presentes en el colegio. De esa forma, Roberto descubrió su vocación por la música y continúo imitando a su ídolo en algunos de sus gestos y en la forma de su vestimenta.
No obstante, el Gitano no sólo brillo sobre los escenarios sino que también lo hizo en la pantalla grande. Es que en 1966 estrenó la película "Tacuara y Chamorro, pichones de hombre", que significó su debut en cine y contó con la presencia de reconocidas figuras durante su primera reproducción. Luego participó el múltiples producciones audiovisuales que contaron con una amplia aceptación del público.
Otra de las grandes curiosidades en torno a su figura tiene que ver con su mítica bata roja. Es que una vez que el show terminaba y Sandro bajaba a su camarín escuchaba la ovación del público que pedía que tocara "un tema más". Es así que cada vez que salía a escena nuevamente, lo hacía enfundado en una bata roja. Esto comenzó a ser habitual en sus espectáculos y quedó grabado a fuego como un símbolo.
En 1969 compuso Rosa Rosa y aseguró que la misma hacia una analogía entre la mujer y la flor. Gracias a esa composición vendió dos millones de discos.
Hace 10 años partía Sandro, ídolo de la canción popular
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