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La modelo, que dejó imprevistamente la pantalla de Telefe, regresó a la TV abierta con "Pampita Íntima", pero el público le pasó factura.
Este lunes llegó el tercer round para Pampita, el segundo en la TV abierta y el resultado a tres días del debut deja una sola conclusión: se hubiera conformado con los 6 puntos que tenía en Telefe.
Es que la popular modelo regresó con Pampita Íntima, después de su intempestiva partida de Pampita Online en julio, cuando dejó a todo el staff esperando una vuelta que nunca se concretó. De hecho el ciclo fue rebautizado hace poco como “Online” y continúa transmitiéndose por Kuarzo con la conducción de Sol Pérez y Luis Piñeyro.
Pampita Íntima, inexplicablemente producido por el canal Kuarzo -que debió soportar el desplante de la modelo- comenzó a salir al aire el lunes a las 22.30 por Net TV, el nuevo canal de aire que inició su transmisión el mismo día; y desde entonces no logró superar (de acuerdo a Ibope) la marca de 0,2 puntos de rating, un número inferior a la TV Pública.
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A pesar del largo tiempo que transcurrió desde el anuncio, el ciclo prácticamente no cuenta con seguidores en las redes sociales; y particular no tiene presencia en el canal de Net en Youtube, donde no están disponibles los programas anteriores. Por eso, todavía no se pudieron ver la lacrimógena entrevista a Beto Casella del lunes ni las declaraciones de Nazarena Vélez del martes.
Al parecer, y según explicó en una entrevista reciente, su ida de Pampita Online se debió a las presiones que sentía por tener que sacar su ciclo en vivo y el cambio de contenidos al que tuvo que adaptarse en el paso de YouTube a Telefe, el canal más visto del país. Eso sin contar con el constante acoso de la prensa del corazón que se metió en su vida desde el minuto cero de su relación con Pico Mónaco hasta el inicio de su relación con Polito Pieres, pasando por la nunca reconocida separación del tenista.
El debut de Pampita en la conducción se dio en Dominico, el polémico ciclo que encabezó Nicolás Repetto a fines del 2004 con una repercusión tan baja que, para la revancha que tuvo en 2005, se optó por dejarla de lado.